Copa del Rey

La sencillez hecha la mejor virtud

  • El central fue el eje de una defensa en la que llegó a ser el único fijo para Mel

DE un defensor lo mejor que se puede decir es que no falla. Ahí radica la mejor virtud de Dorado, un futbolista expeditivo que no falla porque no arriesga; no falla porque sabe qué es lo que sabe y puede hacer y qué no, y escoge siempre la solución más fácil ante una situación complicada. El central ha sido el eje de la defensa verdiblanca todo el curso sobre el que Mel ha hecho girar el resto de la línea. Las continuas bajas que han acechado la retaguardia toda la temporada no minaron, sin embargo, el nivel del oscense, que llegó tapado del Huesca, sin hacer mucho ruido, como un fichaje más, y se ha convertido en el único defensa titular seguro para la próxima campaña.

Dorado ha sido el jugador de la zaga que más partidos ha disputado este curso junto a Nacho, complementándose bien con Roversio, Belenguer y Miki Roqué. Todos éstos peleaban por un puesto, porque Dorado tenía el suyo asegurado.

La buena colocación y el juego aéreo destacan en un zaguero que, al contrario que otros en su puesto, no es de los llamados leñeros. Saca bien el balón y da tranquilidad a la grada porque nunca se complica más allá de lo necesario, algo que se agradece para no pasar apuros. Si el físico no le falla, el Betis tiene en él un buen central para la próxima temporada, aunque necesita una pareja de baile se junto a él se consolide en el eje de la zaga heliopolitana.

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