De libros

Literatura recalentada para hacer boca

  • Anagrama recupera una serie de relatos de Irvine Welsh escritos en los 90 antes de la precuela de 'Trainspotting'.

Col recalentada. Relatos de degeneración química. Irvine Welsh. Traducción de Federico Corriente. Editorial Anagrama, Barcelona, 2012. 288 páginas. 17,90 euros.

Irvine Welsh irrumpió en el panorama literario internacional hace casi veinte años con Trainspotting, una novela sobre el mundo de las drogas en Edimburgo que inundó de frescura las letras británicas. Retrataba las andanzas de una pandilla de jóvenes adictos a la heroína y lo hacía con un tono gamberro y ácido, con múltiples referencias futboleras, alguna que otra escena escatológica y una narración cargada de expresiones propias del dialecto escocés que debieron suponer una tortura para los traductores. Cuando el director de cine Danny Boyle decidió adaptar la obra a la gran pantalla, aquello se convirtió en el exitazo de la década.

A partir de ahí Welsh sufrió un problema. Las obras que siguieron a Trainspotting eran todas notables, pero ninguna llegaba a la altura de su primera novela. Llegaron Escoria y Cola, colecciones de relatos como Acid House y Éxtasis e incluso una secuela de Trainspotting en la que el autor recuperaba, diez años después, a los Renton, Sick Boy, Spud, Tommy y Begbie, casi todos recuperados de su adicción, para rodar una película porno. Se titulaba precisamente así, Porno. Era divertida, mucho, pero siempre sin alcanzar las toneladas de diversión de su primera obra. Welsh se hacía mayor y con la edad iba perdiendo un puntito, sólo un puntito, de esa incorrección política que tan bien cultivaba de joven.

En esa línea andaban los últimos libros suyos que llegaron a España: Secretos de alcoba de los grandes chefs, Si te gustó la escuela te encantará el trabajo o Crimen, que suponía un cambio de registro importante al trasladar la escena a Miami, a miles de kilómetros de su obsesiva Edimburgo natal. El exilio duró bien poco. Welsh acaba de volver a los yonquis con una precuela de Trainspotting titulada Skagboys, que se publicó en abril en el Reino Unido y ha vuelto a arrasar en las librerías.

A la espera de que llegue a España, Anagrama -el sello que ha editado toda su obra en español- publicó la pasada primavera una colección de ocho relatos de Welsh, siete de ellos escritos en los años noventa aparecidos en distintas publicaciones y uno inédito. La recopilación lleva por título Col recalentada, como si la literatura fuera un alimento que se saca del congelador y se mete en el microondas. Como si alguno de estos relatos hubieran estado en una nevera durante dos décadas y ahora se sirvieran de aperitivo para ir haciendo el cuerpo a la esperadísima Skagboys.

Col recalentada recupera textos que bien podrían haber estado protagonizados por algunos de aquellos punks chalados, alcohólicos y drogadictos de la Edimburgo de los noventa. Como el primero de la serie, Una avería en la línea, en el que al protagonista le interesa bastante más un partido de fútbol que el estado de salud de su esposa. O El novio de Elspeth, en el que los incondicionales de Welsh reconocerán a Begbie, el matón, en la cena de Navidad en la que conoce al novio de su hermana.

Como todo libro de relatos, es una obra irregular, con algunas piezas delirantes en las que las carcajadas están aseguradas, como Sentido de culpa católico (sabes que te encanta), y otras en las que el intento de mezclar ciencia ficción y literatura hooligan deriva en un batiburrillo surrealista que parece sacado de un programa de Cuarto Milenio. El único que se aleja de la línea marcada por Trainspotting es el texto más extenso de la serie y último en el orden de lista, Miami soy yo. No faltan las drogas, la priva y la música electrónica, pero por encima de ellas destaca un tratamiento distinto hacia los personajes. Hay ternura, casi delicadeza, en el retrato de ese viejo profesor viudo que se marcha al otro lado del charco a vivir con su hijo, la mujer de éste y su nieto. Y esos sentimientos parecen nuevos en el mundo welshiano, ¿estarán también presentes en la precuela de Trainspotting?

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