Madrid hace cincuenta años | Crítica

Vísperas revolucionarias

  • Renacimiento publica 'Madrid hace cincuenta años', extraordinaria crónica política de la revolución de 1854, así como un admirativo cuadro de la España del medio siglo, obra de la escocesa Frances Erksine, casada con el político Ángel Calderón de la Barca

Frances Erskine Inglis, madame Calderón de la Barca (Edimburgo, 1804-Madrid, 1882)

Frances Erskine Inglis, madame Calderón de la Barca (Edimburgo, 1804-Madrid, 1882)

Madame Calderón de la Barca, la escocesa Frances Erksine Inglis, adquirió notoriedad en el México de 1843 por una obra titulada así, Vida de México, en la que venía acuñar una imagen perspicaz y amable del país, recientemente independizado de la metrópoli española. No en vano, en México se le dedicó una serie televisiva, suponemos que destacando su doble condición de mujer cultivada y observadora notable. Diez años más tarde, en 1853, Madame Calderón llegaría a España (su marido era el político y diplomático español Ángel Calderón de la Barca), repitiendo sus observaciones sobre el nuevo país de acogida. Fruto de ello es este The Attaché in Madrid, que se traduciría al español, medio siglo más tarde, como Madrid hace cincuenta años, a los ojos de un diplomático extranjero.

Nos hallamos ante una extraordinaria cronista política, que no elude las convenciones de su siglo

El tal diplomático, sin embargo, no era tan extranjero ni tan attached, pero sí resultó un ojo de valiosa originalidad y de probada solvencia literaria. Quiere decirse que uno espera encontrarse con una limpia y consabida colección de estampas tardorrománticas, y sin embargo nos hallamos ante una extraordinaria cronista política. Esto no quiere decir, naturalmente, que madame Calderón eluda las convenciones de su siglo y deje de lado la indagación folklórica, heredada del XVIII; pero sí que esta erudición mostrenca no es fundamental en su escritura, y que su entusiasmo por España y lo español no es, en ningún caso, una febrícula galante. En la página 51 confiesa que “he oído con asombro, a casi todos los españoles con quienes he hablado, decir pestes de su tierra”. Y algo más adelante reiterará esta evidencia adversa. En la señora Erskine Inglis no encontraremos este ridículo vicio hispano, sino acaso su contrario: una admiración excesiva y entrañada por el país de su marido, entonces ministro de Estado.

Lo más destacable de este libro es, precisamente, cuanto concierne a las dificultades políticas del momento, ya que Madrid hace cincuenta años recoge los meses previos a la revolución de 1854, así como la propia Vicalvarada, que acabaría con la llegada al Gobierno del general Espartero, tras la sublevación del general O'Donnell, dando paso al “bienio progresista” de 1854-56. El celérico y violento pormenor de aquellos hechos, vistos desde el gobierno caído, es el que se sustancia, de modo absorbente, en estas páginas.

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