La aparición de una editorial como Confluencias no significa sólo una buena noticia para el medio literario andaluz: también permite, por una vez, albergar esperanzas respecto a un futuro en el que Andalucía sea un territorio competitivo, creativo, vanguardista y exigente en lo que a la publicación de libros se refiere. Con sede en la localidad almeriense de Aguadulce, y con el poeta y traductor Carlos Pranger entre sus artífices, Confluencias es un sello especializado en títulos ilustrados y de viajes. Su catálogo presta especial atención a autores italianos como el trotamundos místico Stefano Faravelli, cuyas notas y dibujos han sido reunidos en hermosísimas ediciones desplegables en cuatro idiomas, además de otros como Roberto Benigni (Mi Dante) y Giovanni Belzoni (Viajes por Egipto y Nubia). El sello, de hecho, cuenta con distribución propia en Italia, aunque también ha publicado ya a autores en lengua española como José Lezama Lima (Confluencias, volumen de conferencias que terminó bautizando a la editorial y que salió al mercado en edición bilingüe francés / español) y Juan Pedro Quiñonero (Escritos de VN, sobre Vladimir Nabokov). También ha dedicado una colección a otro insigne viajero, Robert Byron, inaugurada con Europa desde un retrovisor. Si hubiera que reunir todos estos ingredientes (viajes, ilustración, literatura e historia italiana) en una pócima, el sortilegio no podría tener otro nombre que el de Hugo Pratt (Lido, Italia, 1927 - Grandvaux, Suiza, 1995), el viajero infatigable, símbolo de la tormenta que fue Europa durante el siglo XX dentro y fuera de sus contornos y creador del Corto Maltés, personaje de tebeo adscrito a la genética cultural del viejo continente y contenedor de todos sus mitos, contradicciones, comedias y tragedias. Y a Hugo Pratt está dedicado, claro, uno de los lanzamientos más atractivos de la editorial.

El deseo de ser inútil reúne las conversaciones que Pratt mantuvo entre 1990 y 1991 en su casa de Grandvaux con Dominique Petitfaux, uno de los mayores expertos en su obra. Tal y como el mismo Petitfaux aclara en el prólogo, aquellas entrevistas se formalizaron con la intención de publicar un libro en formato autobiográfico, aunque después el mismo Pratt se echó atrás y prefirió mantener la estructura de diálogo. Al mismo tiempo, y paradójicamente, El deseo de ser inútil constituye el único asomo de autobiografía del autor, que llega ahora por primera vez al lector en castellano (hace algunos años se publicaron algunos extractos de las entrevistas en gallego, en plan miscelánea). A través de un jugoso índice temático dividido en episodios cronológicos y temáticas artísticas y filosóficas, Pratt y Petitfaux abordan prácticamente todo lo referente al escritor y dibujante: su infancia en Venecia, su adolescencia en Etiopía, la tormentosa historia de su padre, su estancia en Argentina, su llegada al mundo editorial, su regreso a Italia y, claro, sus muchísimos viajes, entre ellos a Andalucía: Pratt tuvo a Córdoba entre sus ciudades predilectas y visitó a menudo Sevilla y Málaga (ciudad con la que mantuvo ciertos vínculos dada la ocupación italiana en la Guerra Civil y en la que, según diversas fuentes, tenía previsto matar a Corto Maltés mediante fusilamiento). El libro, bellamente ilustrado, toma así a Europa en peso. El gozo es mucho.

Hugo Pratt. Traducción de Gabriel García Santos. Editorial Confluencias. Almería, 2012 292 páginas. 29 euros.