El delantero del Barcelona Lionel Messi le habría reconocido a Ronald Koeman, nuevo técnico del conjunto azulgrana, que se ve más fuera que dentro del club la próxima temporada, según informó anoche RAC-1, desvelando el contenido del encuentro entre el argentino y el holandés.

Según la emisora catalana, Messi interrumpió sus vacaciones para tratar con Koeman su continuidad y reconocerle que, tras el nuevo fracaso europeo y cerrar el curso sin ganar ningún título, se ve "más fuera que dentro" del Barça.

Sin embargo, el '10' azulgrana también le habría dicho ser consciente de las dificultades que tendrá para dejar la entidad este verano. Y es que a Messi le queda un año más de contrato y su cláusula de rescisión es de 700 millones de euros.

Según informó AS, desde el entorno de Messi se admitió que la reunión se había producido y no se desmentía la información que apuntaba a ese deseo del argentino de finalizar su vinculación con la entidad azulgrana. Mientras tanto, desde el Barcelona, donde la noticia causó un tremendo revuelo, se apuntaba a que Messi tiene contrato en vigor y que no se realizaría valoración alguna de esa reunión mantenida con el entrenador.

El miércoles en su presentación como nuevo entrenador del Barcelona Koeman, el holandés reconoció que quería hablar con Messi, pero especificó que no sabía si tenía que convencerle. Se limitó a decir que "ojalá Messi siga muchos años en el Barcelona porque es un jugador que te gana partidos", pero también añadió que "quiero saber qué piensa del Barça, qué piensa de cómo quiere seguir. Y luego soy yo el que tiene que tomar decisiones. Pero, una vez más, Messi tiene un año de contrato. Pero es un jugador tan importante que lo quiere cualquier equipo". Y concluyó diciendo que "sólo quiero jugadores que quieran estar aquí".

Una salida de Messi significaría un cambio de planes absoluto en la planificación del Barcelona, de ahí el interés en conocer cuanto antes la postura del argentino. La decisión final que tome Messi marcará el futuro del proyecto azulgrana y ahora habrá que esperar para comprobar la reacción tanto de la entidad como de Koeman para intentar convencer al crack de que reconsidere su idea y se mantenga como el abanderado del club.

Si en los últimos días, desde la entidad azulgrana se había deslizado la necesidad de desprenderse de algunas de las vacas sagradas del vestuario, nadie esperaba esta reacción de Messi, que ahora obligará a una reacción que marcará el presente y el futuro del Barcelona.