Baloncesto| Copa del Rey

Cuatro días de alta tensión

  • El WiZink Center acoge la Copa más abierta de los últimos años, pero sin aficionados

  • El Tenerife-Burgos y el Real Madrid-Valencia abren el torneo

Los jugadores del Lenovo Tenerife a su llegada al hotel de concentración.

Los jugadores del Lenovo Tenerife a su llegada al hotel de concentración. / acb photo

Madrid acoge hasta el domingo una Copa del Rey marcada por una pandemia que por primera vez privará al torneo del tradicional ambiente de las aficiones y dejará vacías las gradas de un WiZink Center en el que, sin embargo, no faltará la emoción ante una de las ediciones más igualadas y abiertas de los últimos años.

Con el precedente que supuso el éxito de la fase final de la liga disputada en la burbuja de Valencia, la ACB volverá a extremar las precauciones para evitar contagios por Covid-19. Se harán test PCR a los jugadores antes y durante el torneo, y se ha establecido un exhaustivo protocolo que contempla que si en una plantilla se detectan uno o dos positivos, se apartará a los jugadores afectados y se podrá jugar el partido. En el caso de que hubiese más de tres contagios en un mismo club, se consideraría brote y el equipo sería apartado y sustituido por el siguiente clasificado a fecha de 10 de enero, el UCAM Murcia, con el Manresa en la recámara por si hubiese un segundo brote. Si esto ocurriese con la competición ya empezada, el equipo afectado quedaría directamente eliminado.

Taylor es baja en el Real Madrid, mientras que el Valencia pierde a Sastre y San Emeterio

Real Madrid y Barcelona han levantado el título en las últimas 12 ediciones y vuelven a estar en todas las quinielas, pero a la cita llegan equipos en gran estado de forma como el Valencia Básket, rival del conjunto de Pablo Laso (21:30), que busca romper la maldición del anfitrión por la que desde 2002 ningún equipo ha logrado levantar el trofeo en su casa. Ambos equipos protagonizarán un auténtico choque de trenes en los cuartos de final de la Copa del Rey, una final anticipada para muchos.

El Madrid sólo ha perdido un partido en Liga y el cuadro taronja llega con victorias en los últimos doce partidos en ACB. Uno de los aspectos importantes será el duelo de pívots, con los valencianos sacando al perímetro a Tavares por su acierto exterior, aunque el equipos que más triples mete en la Liga Endesa es el Real Madrid con 11,2 aciertos por partido.

También habrá guerra de ex jugadores, con Abalde ahora de blanco, y Prepelic, de naranja. Y de reboteadores, ya que Tavares y Labeyrie son los máximos reboteadores defensivos de la Liga.

Laso no podrá contar con Taylor y tiene a varios jugadores "entre algodones". Ponsarnau también tiene las bajas de Fernando San Emeterio, positivo en coronavirus, Sastre, que se recupera de una lesión muscular, y la casi segura de Vives por lumbalgia.

Antes, la competición se abrirá con el choque entre el Lenovo Tenerife y el San Pablo Burgos (18:30), un duelo entre los dos últimos campeones intercontinentales que promete igualdad. Con Marcelinho y Shermadini como abanderados, los de Txus Vidorreta cuentan con una plantilla larga y compensada con nombres importantes como los de Fitipaldo, Doornekamp, Salin o Fran Guerra. El equipo burgalés es el novato de la Copa, pero llega avalado por sus dos recientes títulos internacionales, la Liga de Campeones FIBA y la Intercontinental, y por siete victorias en los últimos ocho partidos de Liga que ha disputado.

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