Pepe Mel ha dado con un once inicial que le ofrece todas las garantías y, tras lo ensayado ayer en la ciudad deportiva de Los Bermejales, es seguro que lo va a poner en liza de nuevo en Balaídos. Los once futbolistas que vencieron a Salamanca y Rayo Vallecano, logrando siete goles y sin encajar ninguno, tratarán de que las distancias en lo alto de la tabla sean aún más severas el domingo.

Goitia; Miguel Lopes, Miki Roqué, Dorado, Nacho; Iriney, Beñat, Salva Sevilla; Emana, Rubén Castro y Momo, en un 4-3-3 no muy ortodoxo, son los once hombres que están garantizando el necesario equilibrio defensa-ataque que el técnico madrileño apenas trata de pulir en los entrenamientos.

Ayer, concretamente, entrenó para que se jugara en pocos metros. En un partido de once contra once, con el equipo titular a la vista, insistió a sus futbolistas en la presión y en que las líneas se mantuviesen lo más juntas posible. Minutos antes, había trabajado con la defensa titular la salida al unísono en las jugadas en las que tuviese que emplearse en el fuera de juego.

Los tres futbolistas de este once inicial que mantienen pequeñas molestias, como Miguel Lopes, desde el partido de Salamanca; o de Momo y Beñat, casi desde el comienzo de la temporada, están aptos para jugar en Balaídos, aunque en el caso del centrocampista de Igorre éste tuviese que dejar el entrenamiento unos minutos antes que el resto. "Aún le falta algo de fuerza y se le cargan un poco los femorales, pero es normal", explicó Tomás Calero para resumir los problemas de Beñat, quien acusa una hernia de disco que obliga a los médicos a llevarlo con mimo y con los reposos adecuados para evitar un paso por el quirófano.

El partido de entrenamiento acabó con 1-0 y gol de uno de los de siempre, Rubén Castro.