A dos días del inicio del Tour de Francia, Alberto Contador, último ganador español de la ronda francesa (2009), espera que la nueva generación de ciclistas españoles se pueda consolidar para volver al nivel que el ciclismo español tuvo no hace tanto tiempo.

Contador recordó que los ciclistas españoles llevan "tres años sin conseguir una victoria en una gran vuelta", pero confía en el efecto generacional, como ocurrió con la gran generación de ciclistas colombianos, españoles, británicos y ahora eslovenos.

"Ahora viene una generación joven que está ilusionando mucho, esperemos que se pueda consolidar, que se confirme con el del tiempo y poder volver a ese nivel que en muchos momentos ha tenido el ciclismo español", indicó.

Recuerda que en 2007, en su primera victoria en el Tour, hasta seis corredores españoles acabaron en el top ten, "ahora tenemos ocho corredores en todo el pelotón del Tour. Hay muchos talentos que se quedan por el camino y que haya solo un equipo español tampoco ayuda", analizó.

En cuanto a favoritos, Contador habló de Tadej Pogacar, doble campeón del Tour y es "el hombre a batir", pero al mismo nivel sitúa a Primoz Roglic y Jonas Vingegaard. "Este último ya fue segundo el año pasado y le hizo pasar momentos de dificultad a Pogacar en el Mont Ventoux. En la Dauphiné lo hemos visto fortísimo. Una vez llegue la montaña, veremos la estrategia del Jumbo", añadió.

Cree que el recorrido del próximo Tour difiere de ediciones anteriores, por varios factores: "Los tres primeros días en Dinamarca puede ser bastante importantes or las distancias, el viento y la meteorología. El quinto día, en cuanto se regresa a Francia, tenemos pavé, que siempre depara sorpresas y el séptimo día ya hay una subida en alto. En la etapa 11, en los Alpes, se va a ver el estado de forma de los favoritos y al día siguiente Alpe d'Huez". Dice que las etapas en los Pirineos servirán para "probar a los mejores" y considera que el juez de la carrera puede ser la contrarreloj final de 40 kilómetros.

El madrileño dice que una vez retirado, obviamente la vida le ha cambiado. "Mi agenda ahora está más limitada que antes", sonríe. Se dedica a su Fundación, al equipo Eolo Kometa, del que es copropietrario, con la marca Aurum y sus colaboraciones como comentarista en Eurosport. "Me ayuda a matar ese gusanillo de la competición", explica contento.