Fórmula 1

Alonso no obra milagros

  • Las novedades aerodinámicas no surtieron efecto en Renault durante las sesiones de ayer · El español acabó a casi dos segundos de Lewis Hamilton y empeoró los tiempos de la semana pasada

Fernando Alonso no hace milagros. Pese a que con el regreso del español Renault recuperó la posibilidad de volver a lo más alto de la Fórmula 1, todo tiene un límite, y ayer se vio claramente en el circuito de Montmeló. La presión de vencer quedó patente en Barcelona tras una jornada en la que las novedades aerodinámicas introducidas en el coche no surtieron efecto.

Alonso exhibió en su R28 las nuevas piezas con las que busca estar lo más cerca posible de McLaren y Ferrari en el estreno de la temporada 2008 en Australia, pero en la segunda jornada de los tests el español no mejoró el tiempo de la mañana, acabó a casi dos segundos del mejor crono de Lewis Hamilton y empeoró los tiempos de la pasada semana.

Los aficionados se acercaron al motorhome de Renault, que nada tiene que ver con el remanso de paz que era el año pasado, cuando no estaba Alonso, cuando no había expectativas de ganar. Todo cambió. Para bien. Y para mal.

A los nervios de los seguidores por lograr un autógrafo se sumaron los de los agentes de seguridad, los responsables de prensa del equipo y los medios. No acabó allí. Nelsinho Piquet, el piloto número dos de la escudería, tuvo la responsabilidad de encarar las preguntas, mientras el esquivo Alonso salía a la carrera.

"No estamos luchando con McLaren", constató el brasileño, que respondió a las preguntas que la prensa quería formular a Alonso. Piquet fue ayer decimoctavo tras sufrir un problema mecánico y rodar únicamente 45 vueltas.

"No estamos para ser primeros o segundos. Nosotros nos debemos fijar en Williams y BMW", señaló, en el mismo sentido que lo hizo la pasada semana su compañero de escudería.

El objetivo es estar entre los seis primeros. "No esperamos ganar carreras. Nunca se puede ganar el título de un día para otro", señaló. Renault, tras un mal 2007, tardará en estar a la altura. Ése es el mensaje que emite dentro y fuera del asfalto.

Ayer, Fernando Alonso se quedó a casi dos segundos de Hamilton. McLaren, su ex equipo, luchará por el triunfo con Ferrari en las primeras carreras.

Nelsinho, a la defensiva ante la presión de la prensa, señaló incluso que ha habido mejoras. "No hay retrasos en el desarrollo, pero no se puede planear, se trabaja 24 horas al día, a veces se necesitan pocos días, otras más", justificó.

"Los tiempos del invierno no son los mismos que en el circuito, veremos la diferencia en la pista", relativizó, tratando de contener el pesimismo que luego transmutó en duro realismo: "El año pasado logramos ser segundos en una carrera loca (Heiki Kovalainen en Japón). En una situación normal no vamos a ganar ninguna carrera". "Cuanto más tiempo tuviéramos, mejor preparados estaríamos. En este momento, no tenemos la velocidad para ganar".

Alonso fue el mejor de los dos, en el puesto decimotercero. ¿Es ése el puesto del equipo? "Ustedes son lo suficientemente listos para saber que cada equipo prueba cosas diferentes. Unos con más carga (de gasolina), otros menos. Si hasta Spyker está delante. Los tests sólo son reales para los primeros, para McLaren y Ferrari", dijo perdiendo ya la paciencia. Se acabó el acoso. Ya alejado de las miradas, Piquet exteriorizó su descontento, llevándose la mano a la cabeza en un signo de desaprobación. "¿Están locos?", parecía decir.

La presión de la prensa, la exigencia de ganar que ha recuperado el equipo, recuerdan a la de 2005 y 2006, cuando Renault fue campeón del mundo. El coche, al menos por ahora, no lo es.

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