CB Sevilla - UCAM Murcia · la crónica

Asomó negra la mañana (83-96)

  • El CB Sevilla no compite tras un estrepitoso comienzo ante un UCAM muy superior y que devuelve a la tierra al equipo de Luis Casimiro.

La mañana amaneció sombría en San Pablo aunque en la ciudad resplandeciera el sol. El CB Sevilla se pegó un batacazo considerable que frena su buena dinámica y un cuarto triunfo seguido crucial para alejarse con un colchón de dos victorias respecto a los dos últimos. Perdió a lo grande y habrá que reflexionar sobre si el plantel daba la contienda por ganada antes de empezarla o si bien decidió tomarse en domingo un día sabático. El manotazo que devolvió al mundo real a los hispalenses lo dio el UCAM Murcia de Diego Ocampo y de Scott Bamforth, ambos finos en la estrategia y en la fractura del choque en la primera mitad. Toca otra vez concienciar al equipo de que es necesario ponerse las pilas para la docena de comparecencias ligueras que determinarán si merece seguir o no en la ACB. 

Muchísimas crónicas de partidos se centran en los finales por razones obvias pero qué importancia tienen los inicios. Acaso no se percató el CB Sevilla de que el encuentro era a las 12:30 y no por la tarde. Cuando no se habían consumido seis minutos de juego, extraña que el rival mande por 18 puntos (2-20) cuando el propio oponente ni siquiera esperaba tamaña diferencia al estar bien al tanto de la delicada situación local. 

El UCAM Murcia se dio un paseo por aquí como hizo justo hace un año o como demostró igualmente hace dos temporadas. Dominó de cabo a rabo al son de Neto, el talentoso base que anota de cerca y distribuye como los ángeles. La empanada mental con la que encaró el duelo el grupo de Luis Casimiro le costó no sólo la victoria, sino también exhibir una cara competitiva. Woodside, Urtasun, Byars, Oriola y Balvin, el quinteto local de salida, empezaron desnortados en contraste con la concentración máxima de los visitantes, que enchufaron las dos primeras canastas en segundas opciones por la endeblez sevillana en el rebote. 

El entrenador manchego pidió tiempo y varió por completo el cinco antes de concluir el minuto seis, atónito ante no sólo el dominio insultante de los murcianos, sino por el evidente atolondramiento de sus jugadores, incapaces de defender y regalando bolas en ataque sin ton ni son (10 pérdidas al descanso). 

Claro, a ver quién es el guapo que hace ascos a tanta generosidad. Al UCAM, presionado por sus últimos resultados, le vino de cine la caraja monumental hispalense, pues aparte de irse casi por 20 en un visto y no visto, fortalecía la frágil mentalidad con la que aparecía por San Pablo y, de paso, hundía a un adversario que mutó de fiero a cándido. 

Casimiro echó mano de Radicevic, Penney, Berni, Porzingis y Hernangómez, pero el UCAM ya iba con velocidad de crucero, merced a las facilidades encontradas. ¿Cómo se levanta un 2-20? Hay distintas variantes, aunque desde luego la mejor pasa por endurecer la defensa y a partir de ahí que fluya el ataque. Cierto que hubo un mínimo arreón (8-20) y de nada sirvió porque la retaguardia se pidió el día por asuntos propios. Los primeros espadas locales se contagiaron de sus compañeros, mientras que los visitantes convertían San Pablo en su pabellón favorito gracias a Bamforth (¡vaya canastón a seis metros con falta incluida de su amigo Porzingis!) y a Kelati, quien tras un triple en el minuto 10 cerró el acto con un robo y contragolpe. Todo mal: 13-31. 

"A ver si en el segundo cuarto cambia el panorama", pensaría algún inocente. Nada, más de lo mismo. Las penetraciones con pase extra a un tirador sólo fueron constantes en la tropa de Ocampo, quien tenía bien estudiados los movimientos de balón ofensivos de los locales. El pequeño resuello que cogió el CB Sevilla al inicio del periodo fue roto con un alley oop elaborado por los brasileños Neto y Lima. Luego Bamforth clavó un tiro de tres, el pívot canarinhohizo otro mate, de nuevo el escolta ex cajista crujió la nave local con otro acierto de tres… 20-41. 

Con otra pequeña muestra de orgullo rebajó siete puntos el CB Sevilla, pero Antelo, quien en teoría no iba a jugar por seguir convaleciente, atravesó la débil moral hispalense con una lanza a modo de triple, al que siguió otro de Wood en la primera ocasión que los locales defendieron en zona. Un actor secundario, Arteaga, se sumó a la fiesta para alcanzar el intermedio con un tremendo 33-51. Los números saltaban a la vista; los seis triples más del UCAM respecto al CB Sevilla era la diferencia (18 puntos) que reflejaba el marcador, pero, al margen, llevaba 12/14 en tiros de dos ante la verbena defensiva de su rival. 

La segunda parte para poco valió. El UCAM engordó sus estadísticas del mismo modo que hizo Hernangómez (34 de valoración, aunque sin valor para el devenir del encuentro). Wood dio un clínic de cómo martillear desde la línea de 6,75 metros, incluso con fortuna y Ocampo y Bamforth fueron vitoreados por una grada que los adora y que se acordó del director general: "¡Galilea, dimisión!". El CB Sevilla no compareció y tropiezos cómo éste pocos más se pueden repetir si quiere escalar el pozo y ver la luz.

Ficha técnica:

83 - Baloncesto Sevilla (13+20+22+28): Woodside (-), Urtasun (4), Byars (2), Oriola (11), Balvin (4) -quinteto inicial-, Radicevic (14), Porzingis (9), Hernangómez (23), Berni Rodríguez (4) y Penney (12).

96 - UCAM Murcia (31+20+26+19): Neto (10), Wood (17), Kelati (10), Radovic (18), Lima (10) -quinteto inicial-, Cabezas (-), Rojas (2), Bamforth (14), Antelo (5), Lee (-) y Arteaga (10).

Árbitros: Pérez Pizarro, Guirao y Fernández Sánchez. Eliminaron por personales al visitante Lee (min.36).

Incidencias: Partido de la vigésima segunda jornada de la Liga Endesa disputado en el Palacio Municipal de los Deportes de San Pablo ante 3.780 espectadores.

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