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Bale, ¿futbolista o velocista?

  • El galés recorrió en 8 segundos sus 58 metros más decisivos en el Madrid

Fueron los ocho segundos más importantes en la corta historia de Gareth Bale en el Real Madrid, el tiempo que el galés tardó en recorrer 58 metros para marcar el gol de la final de Copa del Rey con que ganó la admiración de todo el mundo. La prensa lo bautizó Usain Bale, síntesis de ese original híbrido entre velocista y futbolista que moldeó el británico en la noche del miércoles, cuando el Madrid ganó la final de Copa al Barcelona tras vencer 2-1 con un espectacular gol a cinco minutos del final.

La acción fue casi sobrenatural. Bale inició su carrera en el centro del campo en un momento en el que los futbolistas ya viajaban al límite de sus fuerzas, y a veces mucho más allá. No era el caso del crack blanco. Al cruce salió Bartra, quien intentó derribarlo. Lo sacó del campo, pero el galés sorprendió a todo el mundo cuando siguió su carrera, regresó al terreno de juego y exigió a su musculado físico un cambio de marcha más para dejar tirado a Bartra. Lo siguiente fue superar a Pinto con un suave remate que pasó entre sus piernas.

Bale mostró su cultura deportiva británica y, lejos de irse al suelo con el contacto de Bartra, apretó los dientes y redobló el esfuerzo de su carrera. No es lo que suele hacer el futbolista moderno, que tiene tendencia a irse al césped en cuanto nota un contacto. Fue una jugada descomunal que además sirvió para darle un título al Madrid, el primero del galés con la camiseta blanca y el comienzo de la rentabilización de los más de 90 millones de euros que costó.

El gol también tuvo mucho de reivindicación para un futbolista que sufrió críticas durante toda la temporada, algo que iba en el precio. Pero en Bale nadie podrá encontrar nunca a un futbolista implicado en el juego colectivo y combinativo del equipo. Él es, ante todo, un futbolista concreto, que aporta estadística en forma de asistencias y goles. Lleva 20 esta temporada. Y, según se vio el jueves, da títulos.

"Con ese gol, el galés ha justificado los cien millones que se pagaron por él, fue todo un regalo para Florentino (Pérez, presidente del Real Madrid). Todo lo contrario que Neymar, que no se puede decir que haya tenido una buena temporada, acorde con las expectativas que había levantado", razonó Sport.

Horas después de su gol, lo curioso fue ver cómo uno de los futbolistas más tímidos e introvertidos del Real Madrid era capaz de elevar hacia las nubes la euforia en su hinchada, que ahora contempla con nuevas expectativas la semifinal de Liga de Campeones ante el Bayern Múnich, que comenzará el próximo miércoles.

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