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Baluartes de una generación

La República Checa ocupa el puesto 61 en el ranking FIBA, algo lógico en un país con poca tradición baloncestística en el que el deporte rey es el hockey hielo. Sin embargo, algo está cambiando gracias a las generaciones del 90 y del 91. Una hornada de jugadores liderados por Satoransky y Vesely (elegido en el número seis del último draft por los Wizards, aunque juega en el Partizan) que en categorías inferiores se codearon con los mejores de Europa y que este verano tratarán de lograr el billete para el Eurobásket.

No son éstos los únicos líderes checos. También un joven escolta que cumple su quinta temporada en Badalona con 21 años. Fue uno de los mejores del Europeo sub 16 de Tallín en 2006 (20,6 puntos de media) y de ahí dio el saltó a la Penya. David Jelinek fue uno de los más destacados del conjunto verdinegro el curso pasado y, aunque en el actual Joventut no tiene demasiado peso, confía en volver a rendir al máximo. "Es cierto que las cosas no me están yendo como esperaba, pero confío en mis posibilidades", dice el exterior, que se deshace en elogios para con su amigo Satoransky: "¿A quién no le gustaría tener a su lado un base de dos metros? En la ACB ha evolucionado mucho en la dirección y en el tiro lejano, aunque con nuestros bases, que son más rápidos, puede sufrir".

El cajista también habla del verdinegro, con quien coincidió en la sub 16, sub 20 y "también en la selección absoluta en una ocasión". "Ojalá coincidamos este verano en la calificación, porque tenemos un buen equipo que puede dar la sorpresa", indica el de Praga, que no se olvida de veteranos como Barton o Welsch: "Poco a poco más entrenadores y jugadores se van a aprender fuera de Chequia. Quizá fue la clave de que la generación del 90 sea tan importante, porque muchos no dudamos en irnos muy jóvenes para seguir creciendo", apunta Satoransky, que recuerda partidos en categorías inferiores contra Jelinek, el primero en el KK Praga y el segundo en el BBK Brno, de donde es natural. "Es un gran lanzador y muy rápido armando el tiro. Todo su juego depende de la confianza que tenga", advierte Satoransky, que recuerda que con 15 años Jelinek ya jugaba en la Primera División checa. "Si jugásemos un Eurobásket, seguro que la afición por este deporte crecería en mi país. La generación del 90 tenemos una gran responsabilidad", afirma Jelinek.

Aunque esta semana no han hablado, la pasada ya se citaron para hoy en el Olímpic. "Charlamos mucho y será muy bonito encontrarnos", explica el base de los hispalenses, que añade: "En la pista, sin embargo, no habrá amigos. Tenemos que recuperar el terreno perdido por el tropezón con el Fuenlabrada y volver a ser nosotros en defensa. Cuando vemos los vídeos de ese partido no nos reconocemos", afirma. Su compatriota también analiza el duelo. "Tenemos que parar a sus pívots, muy fuertes y que rebotean muy bien dando segundas oportunidades a tiradores como English, que vendrá motivado", explica Jelinek, que recuerda el paso del canadiense por allí: "Nuestro estilo es parecido y me enseñó a salir mejor del bloqueo con los pies listos para lanzar".

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