La temporada, larga, fructífera y feliz en su caso, no ha terminado aún para Éver Banega, concentrado ya con la selección argentina para preparar la Copa América que este año organiza Chile. Y enrolado en la subcampeona del mundo, el que fuera designado mejor jugador de la pasada final de la Liga Europa expresaba su absoluta comunión con el Sevilla y su afición. Llegó de puntillas al club de Nervión el pasado verano, su fichaje despertó todo tipo de recelos entre el sevillismo... y hoy es una pieza fundamental en el engranaje que montó Unai Emery.

"Pasé momentos malos, pero con esfuerzo se puede llegar donde uno quiere. Costaba levantar cabeza, pero todo pasó y enseguida tuve la oportunidad de llegar al Sevilla, que fue algo muy bueno para mí, porque me brindaron mucha confianza y en lo personal he completado un año bastante bueno. Cada vez me voy sintiendo más querido en el Sevilla. Para ello, es importante lo que hace uno dentro de la cancha. También es importante la confianza del entrenador. Pudimos conseguir un título y entrar en Champions. Estoy muy contento del año realizado en el Sevilla y ahora me llena de orgullo poder jugar la Copa América", comentó el fino organizador a la cadena ESPN.

Sobre las expectativas de su selección en la inminente Copa América, Banega comentó que "tenemos una grandísima selección para ir a buscar la copa (que Argentina ganó por última vez hace más de dos décadas, en 1993 en Ecuador)".

El sevillista viene ensayando junto a Fernando Gago en el doble pivote y seguramente deberá hacer la función de Javier Mascherano, quien se incorporará a la disciplina de la albiceleste después de disputar la final de la Champions. "Jugué muchos años de doble cinco en todos los equipos, así que estoy acostumbrado", reconoció.