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El Barça desconoce su techo

  • Los de Valverde firman una primera vuelta casi perfecta que mina a sus rivales

  • La vuelta de Dembele y el fichaje de Coutinho amplían su potencial

Messi celebra uno de los goles con Suárez

Messi celebra uno de los goles con Suárez / EFE

Después de completar una primera vuelta de la Liga casi perfecta, el horizonte que se le abre al Barcelona es espléndido, pues a sus incuestionables resultados añade progresos evidente en el juego y la próxima irrupción de sus fichajes.

El equipo de Ernesto Valverde envió el domingo un poderoso mensaje a sus enemigos con su triunfo 2-4 en campo de la Real Sociedad, donde no ganaba desde hace 11 años. Lo hizo después de remontar un 2-0 adverso y tras jugar una espectacular segunda parte.

Fue un mensaje desmoralizador para sus competidores, que ven como las jornadas pasan y el líder no afloja. Firmó 16 victorias y tres empates en 19 jornadas después de visitar campos como los del Real Madrid, Atlético, Valencia o Villarreal.

"La clave es no habernos planteado grandes cosas y haber ido paso a paso. Y también no haber dejado que entrara en el vestuario esa dinámica catastrofista que rodea a todos los equipos de fútbol, no sólo al nuestro, por la que pierdes un partido y parece que se hunda el mundo", razonó Ernesto Valverde.

El entrenador del Barcelona consiguió aislar al equipo del fatalismo innato que suele perseguir al club azulgrana en los malos tiempos y lo ocurrido en la Supercopa de España, cuando el Real Madrid lo derrotó por un global 5-1, no hizo mella en su plantel. Más bien al contrario.

Valverde aplicó naturalidad y decisiones sensatas para comenzar a edificar. Primero propuso resultados fortaleciendo el sistema defensivo. Y ahora, con el paso de las jornadas, se está viendo un equipo que no sólo fiable y competitivo, sino también espectacular.

Sus diez goles en las últimas tres jornadas de la Liga, incluyendo el 3-0 del Santiago Bernabéu, explican los progresos ofensivos de un equipo que empieza a gustar mucho y con hambre de triunfos, como demostró en Anoeta. Lo curioso del asunto es que este Barcelona aparentemente indestructible fue construido sin Neymar y con el resto de la misma plantilla que fracasó la pasada temporada al ganar únicamente la Copa del Rey.

En teoría, el Barcelona debe ampliar todavía más el potencial con las incorporaciones del francés Ousmane Dembele, quien volvió a lesionarse y tendrá para cerca de un mes, y el brasileño Philippe Coutinho, quien llegó de Liverpool también lesionado. Es decir, que el equipo azulgrana tiene todavía sin utilizar más de 215 millones de euros.

Las perspectivas son inmejorables para un equipo que comenzó la temporada lleno de dudas y que ahora sólo obtiene certezas. Valverde ideó el cambio y sus jugadores le creyeron. El cielo parece ser el límite en estos momentos de fuerte viento a favor.

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