Liga BBVA

Ese Barça tan exigido

  • Los azulgrana, comparados sistemáticamente con su pasado reciente en vez de con un Real Madrid que no juega mejor · Deportivo y Zaragoza cogen oxígeno.

El Barcelona no está de moda. El Madrid de José Mourinho y Cristiano Ronaldo acapara todos los elogios más allá de que sea el líder en la clasificación y de que luzca ese cartel de invicto tras lidiar un doble duelo con el Milan y un descafeinado derbi con el Atlético de Madrid.

El problema de los azulgrana radica en las comparaciones. Lejos de un parangón con los madridistas, de los que sólo los separan un punto y algún que otro gol en el average, su eterna vara de medir es él mismo. El Barcelona de la temporada pasada era comparado sistemáticamente con el primero de la era Pep Guardiola, con el campeón de Europa. Éste de hoy tiene en los dos anteriores su única referencia para los analistas.

En los debates y tertulias que tanto proliferan, nadie se atreve a decir que el Madrid de Mourinho sólo tiene un punto más que el de Pellegrini, que sí era peor en Europa tras caer en casa con los rossoneri y, sobre todo, en la Copa del Rey tras el alcorconazo. Tampoco se escucha que los madridistas, en juego, no superan hoy al Barcelona, por mucho que la contundencia de su ataque haya maquillado más de un partido mediocre y hasta aburrido. Porque en el Bernabéu, aunque tibios, ha habido ya algún silbido al fútbol del equipo.

Pero con la misma facilidad con que se ningunean los aspectos relativos al juego en el Madrid mientras gana, se azota con ellos a un Barça que, salvo el día del traspié casero contra el Hércules, ha superado con claridad a sus adversarios, incluso a ese Mallorca que aún no sabe cómo salió con un punto del Camp Nou.

En Getafe, sin ir más lejos, ganó con la gorra. Su puesta en escena, una vez más, resultó brillante. Pero va tan fácil que no necesita esforzarse los 90 minutos, como también demostrara en casa frente al Sevilla, al que sacó del césped desde el minuto uno merced a ese fútbol milimétrico que sólo el Barça, el Barça de Xavi, es capaz de desarrollar a la velocidad que lo hace.

Porque ésa es otra. Los azulgrana se están viendo privados de su mejor futbolista. Por encima incluso de Messi, el centrocampista de Tarrasa marca el estilo de juego del Barça. Un estilo, sí, algo que el Madrid lleva años pretendiendo sin suerte y que, ahora, sí parece estar en disposición de hallar. El problema es que a los puristas no le acaba de gustar el método y para no criticarlo sólo hablan de los números que arroja.

Este Barça es exactamente igual que el del año pasado y que el tricampeón. Ha ganado en el cambio de Villa por Ibrahimovic, aunque haya perdido en el de Mascherano por Toure. Apenas le falta que algunos actores secundarios como Adriano o Bojan sean capaces de ofrecer su nivel real y reclamar así más minutos. Pero que nadie quiera ver una regresión azulgrana porque, a la fecha, no existe.

sacan la cabeza

Dos victorias seguidas han devuelto la sonrisa a La Coruña. El Deportivo ha salido de la zona de descenso y el remedio utilizado por Lotina ha sido el mismo de la anterior crisis, el regreso a una defensa de tres centrales. El Zaragoza, con fortuna y gracias a un penalti que no debió señalarse, logró su primer triunfo liguero y la opción para el refrendo le llega también en La Romareda, con la visita del Sevilla.

un caso extraño

El Espanyol de Pochettino asombra. Se ha hecho fuerte en Cornellá y, al igual que Barcelona y Villarreal, luce una trayectoria inmaculada en casa. Una sola victoria fuera le hace, con 18 puntos, morar en zona Champions. Pero si se mira su balance goleador casi no se comprende: lleva 9 a favor y 13 en contra. A eso se le llama rentabilizar los recursos.

una eficiente real

La Real Sociedad ha regresado para quedarse. Le ha cogido rápido el aire a la categoría, ha enjaretado tres triunfos seguidos que meten al equipo en la lucha por Europa y futbolistas como Zurutuza o Griezmann brillan al lado de su mejor futbolista, el ya consagrado Xabi Prieto.

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