El Real Madrid perdió el billete para los cuartos de la Euroliga en la cancha del Olympiacos, que le apagó en ataque durante cinco minutos en el último cuarto para hacerse con el segundo pasaporte hacia las eliminatorias del Grupo F en compañía del Maccabi. Los blancos no podrán, por tanto, optar a jugar la Final Four, que en esta edición se celebra en Madrid.

La mayor demostración de personalidad española partió de la defensa. El Madrid defendió muy bien. Sabía que ese detalle era imprescindible para tener alguna opción. El primer tiempo lo superó después de varios momentos críticos (33-29).

Los griegos salieron rebosantes de ímpetu al tercer cuarto. Sacaron pecho (39-34) y el Madrid apretó los dientes. Empató a 39 y, entonces, afloraron las primeros síntomas de nersiosismo mal controlado en las filas locales. Greer recibió una técnica y Burusis escupió a Hervelle. Bullock metió los tiros libres de la técnica y Raúl López un triple (39-44), pero los griegos se recuperaron (49-47).

El Olympiacos guardaba un as en la manga. Macijauskas, con problemas físicos, irrumpió en la cancha rodeado de un aura de aniquilador: 52-51. El báltico saludó en una penetración con adicional. Tsakalidis metió más presión (57-51). El Olympiacos, por fin, se sentía amo y señor. El Madrid evidenciaba signos de flaqueza. Un triple de Burusis a tablero, sobre el límite de la posesión, hizo diana (60-51). El Madrid quemaba las balas que le quedaban (60-56). Le faltó munición y los griegos manejaron el epílogo con maestría.