Un combativo Betis se quedó sin el premio de los cuartos de final. Un despiste, por el que terminó llegando el gol de Jade, sepultó las esperanzas de los de Pier de alcanzar las semifinales de la Copa de la Reina en un partido muy serio de las verdiblancas, que gozaron de más y mejores ocasiones que su rival. Las locales pudieron sentenciar con un penalti en el tiempo añadido, pero la goleadora Jade lo mandó por encima de la portería defendida por Gerard.

La fortuna en esta ocasión no acompañó al equipo verdiblanco, que se quedó con la miel en los labios de avanzar de ronda. Lo mereció, aunque la falta de puntería de las béticas lastró a las de Pier. Porque en el fútbol hay que marcar goles para vencer. Y lastimosamente para los intereses heliopolitanos, quien sí logró ver puerta fue el Logroño.

Lo intentaron las béticas. Abam tuvo la primera gran ocasión en los albores del partido, con un mano a mano ante Johannson que la atacante bética mandó al cuerpo de la guardameta danesa del equipo riojano. Con el paso de los minutos, las locales trataban de contemporizar las posesiones, mientras que las heliopolitanas trataban de salir a la contra para hacerdaño a su rival. Así, por un lado, Jade buscaba sorprender a Gerard, mientras que a Rosa Otermín hacía lo propio para culminar una jugada en la que las forasteras trataron de buscar rápido la meta rival.

Con el empate inicial, el marcador se marchó al descanso para regresar en su segunda mitad con un guion de juego más o menos similar al que se vio en los primeros 45 minutos. Sin embargo, las béticas parecían buscar con más ahínco la portería del Logroño, que supo aprovechar un fallo de la defensa para adelantarse. Caracas ganó la espalda a su par en la banda izquierda y mandó un balón al área que Jade tuvo casi que empujar a placer. Era el minuto 67.

Las béticas se volcaron de ahí al final en ataque, aunque sin excesiva fortuna de cara a puerta. De hecho, fue el Logroño el equipo que tuvo la ocasión más clara para ver puerta. Lo hizo después de un penalti en el añadido de Van Dongen, que Jade mandó alto.