El Club Náutico Sevilla recibió la visita del Betis Féminas, que realizó una jornada de convivencia en sus instalaciones. Con el remo como protagonista y haciendo un receso en el trabajo con el balón, el equipo verdiblanco aprovechó la jornada para llevar a cabo lo que se denomina una jornada de entrenamiento invisible, con el que hacer grupo y relajar tensiones en su lucha por la permanencia en la Primera Iberdrola.

La plantilla al completo del primer equipo femenino, incluido su cuerpo técnico, con Juan Carlos Amorós al frente, se desplazó hasta el Club Náutico, donde los representantes béticos tienen su base de entrenamientos en la Regata Sevilla-Betis.

Las jugadoras béticas remando enel Náutico.

A su llegada, el equipo bético era recibido por Fernando Briones, coordinador de la sección de remo del Betis y vicepresidente de la Federación Andaluza de Remo, acompañado para la ocasión por Gaspar Company, entrenador del ocho con timonel femenino bético en la Regata Sevilla-Betis; y Juan Luis Márquez, vocal de remo de remo de la entidad.

Tras conocer sus instalaciones, con más de 50.000 metros cuadrados junto a la dársena del Guadalquivir, las jugadoras del Betis Féminas pasaron al gimnasio para realizar diferentes ejercicios y tener una primera toma de contacto con el remo a través del simulador en tierra o ergómetro. Posteriormente, y bajo las directrices de David Cifuentes, director técnico de la sección de remo del Náutico y entrenador de la selección nacional, así como de Álvaro Gutiérrez, las futbolistas béticas trasladaron la actividad a las aguas del Guadalquivir, donde tuvieron su bautismo oficial de remo. Lo hicieron a bordo de embarcaciones de cuatro con timonel y con la colaboración de varias integrantes del equipo de remo femenino del Betis, incluida la ex remera olímpica Esperanza Márquez o la internacional Ana Magaña, que aprovecharon la ocasión para dar a conocer a las futbolistas las particularidades de practicar esta modalidad deportiva.

Jugadoras béticas en un cuatro sin timonel.