A falta de dos semanas de que comience la competición, el Betis de Julio Velázquez está a medias. Sin movimientos ni de entradas ni de salidas, el preparador salmantino apenas ha podido en Inglaterra darle forma al engranaje que empezó a modelar en Murcia, como era su intención cuando se planificó una segunda concentración en tierras británicas.

Las carencias que ya se atisbaron en Pinatar Arena han vuelto a aflorar en cuanto el equipo verdiblanco se ha medido con rivales de entidad como el Stoke City o el Sunderland, por más que ante éste último sí mejorase en parte la seguridad defensiva hasta casi el final del encuentro.

Precisamente, a Velázquez le sigue preocupando la consistencia de su equipo. La prioridad ya quedó marcada para reforzar la zona central, donde el nombre de Alfred N'Diaye sigue centrando los esfuerzos de la secretaría técnica. A la espera del francés y ante la baja del chileno Reyes, el salmantino ha utilizado a Perquis como acompañante de Xavi Torres, a la búsqueda de esa pretendida solidez. "Sólo concibo a Perquis como central, pero necesitamos empacar la zona de mediocampo hasta que llegue alguien en una tipología más defensiva", señaló el propio Velázquez, dejando claro que necesita más jugadores y que la presencia del francés como mediocentro responde a una cuestión de urgencia.

Las concesiones defensivas han vuelto a aparecer en los dos últimos encuentros del equipo bético, como también aparecieron ante el Marbella, justo un día antes de partir hacia Newcastle. La pareja formada por Bruno y Jordi no han acabado de ofrecer las mejores garantías, al mismo tiempo que el técnico ha disminuido la participación de canteranos como Caro e Isaac, en los que apenas se confía como soluciones de emergencia.

Si el Betis ha mostrado su fragilidad defensiva, en ataque también ha evidenciado que necesita mejoras. Si ante el débil Motherwell el equipo demostró eficacia, ante el Stoke City, sobre todo en el primer tiempo, y ante el Sunderland, el Betis careció de fluidez en la circulación del balón y apenas inquietó a los porteros rivales. Pese a todo, el club, por ahora, sólo busca un jugador de banda para suplir la baja de Vadillo, con el cordobés Cejudo como una de las alternativas que manejan los técnicos.

"Es cierto que falta gente por llegar, pero el grupo es bueno, se entrena bien y estoy muy satisfecho. Soy positivo y confío en que se acabe de confeccionar la plantilla para el partido en Sabadell", señaló Velázquez, al que le siguen faltando piezas para confeccionar un equipo a su estilo.

Eso sí, no parece que el preparador bético encuentre en la cantera a los jugadores necesarios para ampliar sus alternativas en el once. En la concentración en tierras británicas, la presencia de los canteranos prácticamente ha sido testimonial. Isaac, Caro, Carlos García y Sergio apenas han contado con algunos minutos, mientras que Pedro e Isuardi han quedado inéditos. "Son buenas personas, han trabajado muy bien y siguen en su proceso para seguir creciendo como jugadores del Betis", indicó el técnico, que ha dejado a los más jóvenes en un segundo plano.

Mientras tanto, el club verdiblanco continúa instalado en una parálisis que ya empieza a encender las alarmas. Desde el adiós de Nosa Igiebor, que se produjo durante la concentración en San Pedro del Pinatar, no se han producido movimientos ni de salidas ni de entradas.

Braian y Vilarchao continúan a la espera de encontrar un destino; Paulao sigue sin acordar su rescisión; mientras que la venta Juanfran, que sí viajó a Inglaterra, tampoco se acaba de culminar. De fichajes, más de lo mismo, a pesar de que la baja de Vadillo supone un contratiempo a los planes de Velázquez, que contaba con el puertorrealeño como un jugador principal para esta temporada. Y es que al Betis todavía le queda mucho trabajo por delante.