Derrota sin paliativos de los verdiblancos en su visita al correoso Granada 74, contra el que volvió a demostrar que a domicilio no rinde de la misma forma que en su propio campo, donde aún no conoce la derrota.

El conjunto bético, que acusó en exceso la baja de Alberto Gamero, se plantó en Granada con el propósito de llevarse la victoria y seguir a la caza del líder, aunque pronto evidenció que no era su día, y que su rival iba a someterle a muchos más problemas de los esperados.

Tras el gol de David, los verdiblancos dominaron en mayor medida con la presencia en el centro del campo de Adrián, incansable en su intento de tocar y tocar pese a que los huecos brillaban por su ausencia. La nota destacada del encuentro por parte visitante la protagonizó su guardameta, Jesús, que atajó dos penaltis a los granadinos que permitieron a los verdiblancos soñar con unas opciones de remontada que parecían mínimas tras contemplar en el terreno de juego que las ocasiones del Betis llegaban en contadas ocasiones.

La trayectoria del Betis dista de un equipo que pretende acercarse al máximo a un Sevilla imparable en su liderato, sobre todo observando que en cada salida su juego pierde en calidad y atrevimiento, hecho que deja al conjunto verdiblanco en una posición dudosa de cara conocer las verdaderas aspiraciones del equipo.