El estadio Único de La Plata parece estar maldito para las potencias: el viernes, Argentina no pasó del empate ante Bolivia y este domingo, en su debut en la Copa América, Brasil decepcionó al empatar 0-0 ante Venezuela.
La selección dirigida por Mano Menezes se fue con la cabeza gacha, absorto por no poder superar, ni siquiera poner en serios aprietos, a un rival claramente inferior que festejó el empate como un triunfo.
El partido arrancó en medio de una enorme expectativa: un estadio prácticamente lleno, muchas banderas brasileñas y un público argentino que se volcó desde el primer minuto con la Vinotinto. Cosas de una rivalidad irreconciliable. Brasil, el todopoderoso, el equipo que muchos piensan terminará levantando en Argentina el trofeo por tercera vez consecutiva, quiso honrar desde el comienzo el mandato que impone su fabulosa historia: llevar las riendas del partido, desequilibrar en base al talento inagotable de sus futbolistas.
Lo logró en los primeros 15-20 minutos, moviendo la pelota con criterio y tranquilidad en la mitad de la cancha, intentando desequilibrar con un cuarteto de ataque de temer como el que forman Ganso, Robinho, Neymar y Pato. Venezuela, parada con un 4-4-2 que dejó demasiado aislados a Rondón y Miku, no llegaba a cortar el circuito de juego en la medular. Pero gracias a lo atento de su defensa, la seguridad de Renny Vega y cierta displicencia de la ofensiva verdeamarela, principalmente del publicitado Neymar, los de César Farías no sufrieron en exceso.
Sólo Pato fue una pesadilla constante. El delantero del Milan demostró el porqué de su fama haciendo todo bien: creando espacios para sus compañeros, yendo arriba con peligro, aguantando de espaldas aunque le tiraran una piedra y explotando las espaldas de los centrales ante los pelotazos desde el fondo de Thiago Silva. En uno de ellos, exigió abajo a Vega, que respondió en dos tiempos. Poco después, reventó el travesaño tras un gran movimiento en el área.
Como una botella de refresco destapada, Brasil fue perdiendo gas. Venezuela equilibró el medio pero siguió dejando demasiado solos a sus dos hombres de punta. La falta de ambición, entendible, les impidió aprovechar algunos desajustes en el fondo brasileño. Miku mostró detalles interesantes, pero no encontró un socio adecuado. El primer tiempo se fue con dos puntos altos: una contra de Neymar que terminó salvando Vizcarrondo en la línea tras definición de Robinho y la entrada de un perro a la cancha. Recorrió el campo a lo largo y se fue ovacionado por la gente. Cualquier cosa servía para sacudir el intenso frío y, a esa altura, el aburrimiento.
En el segundo tiempo, la inoperancia de Brasil animó a Venezuela, que se adelantó en el terreno. Por cada toque de la Vinotinto, el "Olé" bajaba de la tribuna. Hasta Hugo Chávez, presidente venezolano, animó desde Cuba, donde está internado, a través de su cuenta de Twitter. Farías se enojó con Rondón por desaprovechar una contra y mandó a Alejandro Moreno a la cancha. Menezes se hartó de Robinho y eligió a Fred. Y los argentinos recordaron a Maradona.
A los 72, Arango definió mal la última que tuvo Venezuela antes de dar tres pasos hacia atrás en el campo. Menezes le hizo caso a su hinchada: puso a Lucas por Pato, una sombra en el segundo tiempo. Si el elegido era Neymar, tampoco era errado: la estrella del Santos fue un fantasma al igual que su socio Ganso. Salvo una acción mal definida por Arango, Venezuela no se acercó más. El empate era oro. Brasil, aunque lo intentó, chocó contra sus propias deficiencias y contra la seguridad de Vega.
El público argentino, que sufrió el viernes con su selección, encontró un festejo inesperado por la desgracia ajena en un estadio que empieza a ser signo de frustración para los grandes candidatos.
Ficha:
Brasil: Julio César; Daniel Alves, Lucio, Thiago Silva, André Santos; Lucas Leiva, Ramires (75' Elano); Robinho (64' Fred), Paulo Henrique Ganso, Neymar; Alexandre Pato (75' Lucas).
Venezuela: Renny Vega; Roberto Rosales, Grenddy Perozo, Oswaldo Vizcarrondo, Gabriel Cichero; César González, Tomás Rincón, Franklin Lucena, Juan Arango; Miku (78' Giancarlo Maldonado), Josè Rondón (63' Alejandro Moreno).
Amonestados: Thiago Silva (Brasil), José Rondón (Venezuela), César González (Veenzuela)
Árbitro: Raúl Orosco (Bolivia)
Estadio: Estadio Único Ciudad de La Plata (35.000 personas)
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