No compareció el Betis mandón y protagonista de Pamplona, pero tampoco el atribulado de otras ocasiones y sí un equipo con brío en los arranques de cada tiempo, lo que le bastó para imponerse a un filial de buen manejo del balón pero que demostraba su bisoñez cuando se acercaba al área de Adán. Aunque el marcador se mantuvo en el aire durante muchos minutos, a los puntos nadie puede negar la justicia del equipo de Julio Velázquez, al que quizá le faltó una mayor capacidad de asociación en el centro del campo para ponerle el ritmo adecuado a cada momento del encuentro. También perjudicaron al equipo bético las lesiones de Molinero y Álex Martínez, que obligaron al técnico a gastar dos sustituciones sin poder modificar el dibujo táctico, aunque casi no pasó apuros en esos minutos finales de incertidumbre.

Apostó el técnico castellano por el mismo once de los últimos encuentros, con la obligada novedad de N'Diaye por el sancionado Reyes, pero las características del rival, un Barcelona B que jamás lanza un balón al aire y al que le gusta tocar y tocar, provocaron que los verdiblancos realizaran algunas variaciones, tanto sin balón como con el mismo.

Defensa

Para evitar el juego al pie con el que ya pretendía salir Ortolá, el meta azulgrana, el Betis presionó muy arriba, lo que dejaba a N'Diaye como único pivote por delante de la defensa. El francés, muy voluntarioso, intentó llegar a demasiados sitios, sobre todo en el primer tiempo, lo que provocó que ocasiones nadie le realizase coberturas y el filial aprovechase esos espacios por el centro. A ello también se sumó la velocidad de Adama, que desarboló a Álex Martínez tanto por el extremo como por dentro, lo que también generó desequilibrios.

Tras el descanso, Matilla sí apareció más cerca de N'Diaye, más aún cuando el Betis se puso por delante en el marcador, lo que provocó que Adama quedase prácticamente como único argumento ofensivo azulgrana.

Ataque

Sin tanta posesión como en el primer tiempo de Osasuna e incluso que el día del Recreativo, los verdiblancos sí se mostraron activos en los arranques de cada tiempo, en los que acumularon destellos suficientes para ganar el encuentro. Kadir, muy activo aunque no siempre acertado, se movió con criterio por ambos perfiles, desde los que asistió a Rennella, al igual que Dani Ceballos, aunque el utrerano se fue apagando en ataque para vaciarse en defensa.

El inicio del segundo tiempo quizá fue lo mejor de los verdiblancos, con excelentes asociaciones entre Rubén Castro, Kadir y Rennella, que se fabricaron la jugada del gol e incluso pudieron anotar alguno más de haberse mostrado más acertados en sus remates.

Virtudes

Las asociaciones en ataque para generar ocasiones, aunque faltase algo de continuidad; la capacidad de sufrimiento final para mantener el resultado.

Talón de aquiles

Aunque fuera mérito del rival, los verdiblancos estuvieron a merced del ritmo de toque del filial azulgrana.

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