Kobe Bryant y Pau Gasol lideraron, por segunda noche consecutiva, el ataque de los Lakers para ganar 106-113 a los Trail Blazers y conservan el octavo puesto (con una victoria de ventaja sobre los Jazz a falta de tres jornadas) de la Conferencia Oeste, que le da derecho a estar en la fase final.

El escolta, autor de 47 puntos -su mejor marca de la temporada-, puede hacer casi todo por sí mismo. Se basta para llevar al equipo a los play off, pero sabe que para soñar con algo más necesita al español como socio. Gasol lleva dos partidos seguidos brillantes, contraste de una temporada aciaga con muchos problemas físicos y en la que no cuajó bien con Dwight Howard ni con el técnico, Mike D'Antoni. El pívot logró en Portland 23 puntos, nueve asistencias y siete rebotes.

"Creo que Mike (D'Antoni) se ha dado cuenta ya de lo que tiene en Pau", dijo Bryant, a quien le obsesiona ganar su sexto anillo, que lo igualaría con Michael Jordan. Con 34 años está decidido a que los Lakers estén en los play off, aunque eso suponga jugar cada noche casi 48 minutos. Bryant manda, D'Antoni acepta y Gasol brilla en el poste bajo. Así se explica la repentina mejora del español, que en la temporada promedia 13,5 puntos, su peor cifra desde que llegó a la NBA en 2001.