Sin un solo punto sumado aún, el Club Waterpolo Sevilla está pagando la novatada de su primera temporada en la División de Honor, la división de las estrellas. Ayer, el CW Sevilla se enfrentó a uno de los favoritos a ocupar los puestos de privilegio al final de la temporada, un CN Terrassa que jamás dio opción a los sevillanos, siquiera de conservar una mínima ilusión de lograr los primeros puntos de la temporada.

Además de las diferencias extradeportivas, el club catalán cuenta en la piscina con jugadores que marcan la diferencia: el veterano Bonca o Iván Gallego, internacionales indiscutibles. Además, el jovencísimo Alcaide, uno de los boyas de mayor proyección en la categoría. Ante nombres de ese relumbrón, el conjunto sevillano sólo puede ofrecer lucha y actitud, virtudes que nunca se echan de menos en los choques que protagonizan los equipos de Tano.

Con todo, en las filas sevillanas se volvieron a ver los destellos de brillantez de jugadores como Asencio, Lastres o el mismo Andrés Rosa, portero que, pese a encajar 17 goles, evitó una mayor goleada gracias a su buen hacer.