La derrota ante Osasuna empañó cualquier tipo de análisis sobre el juego desplegado en el Reyno de Navarra, pero la vuelta a los orígenes ordenada por Pepe Mel durante el descanso permitió que regresara la mejor versión del Betis, que se plantó hasta 13 veces en el área defendida por Andrés Fernández en ese tiempo.

La plantilla verdiblanca acabó satisfecha con ese estilo de juego y así lo manifestó ayer Cañas, quien compareció ante los medios tras el entrenamiento a puerta cerrada. "Por supuesto que me quedo con esa segunda parte porque se vio un Betis ambicioso, presionando arriba y con la intención de ganar teniendo ocasiones claras de gol, aunque parte de la suerte no está con nosotros en este aspecto. Eso es lo que queremos, que la gente vea que el equipo tiene ganas y ambición por ganar los partidos, porque ya nos merecemos una victoria", comentó el roteño, quien cuajó uno de sus mejores encuentros con la elástica verdiblanca.

De hecho, en la sesión de ayer, Mel volvió a trabajar con un esquema similar al que colocó en el segundo tiempo de Pamplona y en el que volvieron a tener cabida jugadores como Beñat o Rubén Castro, los dos grandes damnificados del pasado fin de semana. La ausencia de Salva Sevilla abre la puerta a una novedad en el centro del campo, donde el técnico probó tanto con Iriney, otra vez disponible tras cumplir su encuentro de sanción, como con Matilla.

"Él es nuestro entrenador y estamos con él al 100%. Si tiene el respaldo del club, estará tranquilo y con la actitud de siempre", señaló Cañas, quien confía en darle la vuelta a la situación ante el Valencia, pero mejor con el regreso a los orígenes.