Cuando se supo que el segundo extracomunitario de la plantilla del Cajasol iba a ser Pat Carroll, un especialista en el tiro exterior con sólo media temporada de experiencia en la liga francesa, la inmensa mayoría creyó que, antes o después, sería sustituido por otro americano con un mayor peso específico, sospecha que quedó respaldada cuando el club anunció que se reservaba el derecho a rescindir unilateralmente su contrato de un año.

Sin embargo, han pasado las semanas y, pese a que Carroll no ha sorprendido con unos números excepcionales -ha promediado 8 puntos en 22 minutos-, cada vez parece menos probable que, finalmente, vaya a ser cortado. "Desde el primer momento fui consciente de cuál era mi situación. Ahora no sé si voy a acabar la temporada, pero me encantaría. Conforme pasan las jornadas tengo más posibilidades de conseguirlo", reconoce Carroll.

"Noto mis progresos", sentencia el alero zurdo, de 25 años, quien no esconde que, "indudablemente, aún puedo aportar más al equipo". "Cuando llegué a Sevilla no me marqué unas metas concretas, porque recalaba en una liga, un equipo y con un entrenador nuevos para mí. Lógicamente, necesitaba tiempo para adaptarme a tantos cambios. Ya sí estoy en óptimas condiciones para que mis actuaciones sean cada vez más destacadas".

Precisamente, es ahora cuando, teóricamente, lo va a tener más complicado para gozar de minutos, una vez que Andrés Miso ya se ha restablecido de su lesión en la espalda. "No pienso en eso. Miso es un refuerzo muy importante para nosotros porque está llamado a desempeñar un papel muy relevante en este equipo. Su presencia no la afronto como algo negativo para mí, sino como algo positivo para todos", apunta Carroll, cuya única preocupación, insiste, es "dar más al equipo": "Mi especialidad son los triples, pero soy consciente de que tengo que progresar en el resto de aspectos del juego, en defensa y en ataque. Cuando tengo el balón debo ser más creativo, penetrar más y facilitar tiros a mis compañeros. Sólo se avanza cuando se tiene confianza, y yo, que estoy muy cómodo aquí, la tengo".

Lo que queda fuera de toda duda es que la estabilidad de Carroll parece estar estrechamente relacionada con la del club, ya que, si no se complica excesivamente la trayectoria del Caja, entre las prioridades de la dirección no se encuentra, de momento, realizar ninguna incorporación.

"Hemos demostrado que le podemos ganar a cualquiera, por bueno que sea, pero que también podemos perder con cualquiera, independientemente del lugar que ocupe en la clasificación", resume Carroll, que se lamenta del pesado lastre que arrastra el Cajasol por su decepcionante arranque: "Tenemos un gran plantel, pese a que nuestro comienzo no fue el esperado. En San Pablo, exceptuando el primer partido contra el Fuenlabrada, sí estamos cumpliendo, y este sábado tenemos un test muy fuerte ante el Joventut para corroborarlo. En cambio, debemos romper el hielo cuanto antes para lograr el primer triunfo como visitantes".

Es entonces cuando sale a colación el último partido, la última derrota, la del pasado fin de semana en Pucela: "Se escapó una gran oportunidad para conseguir la primera victoria fuera de casa. Hicimos méritos para ganar y nos quedamos muy cerca. Pero perdimos por culpa de un tiro muy difícil, casi increíble, en el que Gomis lanzó a canasta después de rectificar su movimiento el aire. Miles hizo una defensa perfecta, pero no pudimos evitarlo".