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Centímetros para cambiar el paso

  • Aíto se plantará en Vitoria con un equipo más alto que el local, sin Milko Bjeliça, Pleiss y Calbarro, y Lampe todavía en rodaje.

El Cajasol comenzó el campeonato con el paso cambiado, perdiendo en casa con claridad ante el UCAM Murcia, y ahora debe reconducir el paso a domicilio, en alguna de las dos salidas consecutivas que tiene. Vitoria, donde espera un Baskonia herido y tocado, es la primera parada.

Herido, porque a un grande nunca le sienta bien perder, y menos sin dar buenas sensaciones. Tocado, porque el plantel alavés tiene cola en la enfermería hasta dejar a Dusko Ivanovic con sólo nueve jugadores disponibles para encarar el duelo del próximo domingo (12:30, por la ETB) ante Cajasol y importante agujero en la zona: Tibor Pleiss (mononucleosis), Milko Bjeliça (con problemas en las rodillas) y Unai Calbarro (operado de una hernia inguinal), además del escolta francés Fabien Causeur.

Así, las torres alavesas serán Hernández-Sonseca (2,12 metros), fichado, en principio, para dos semanas, y Nemanja Bjeliça (alero de 2,09), al que le gusta más jugar por fuera. Lampe (2,10), por su parte, sigue en su particular pretemporada tras arrastrar molestias en el tobillo todo el verano. Contra el CAI jugó apenas un par de minutos después de entrenar sólo dos días.

No anda el Cajasol tampoco sobrado de centímetros en la pintura, pero si el internacional polaco aún no rinde a su máximo nivel, Aíto podría intentar exprimir la baza interior, ya que dispone de jugadores que se manejan bien bajo los aros como Triguero (2,12), que mostró en el debut un nuevo rol ofensivo, y Buckman, quien a pesar de sus 2,03 metros ha dado muestras de moverse bien en la zona en la lucha por los rebotes. Además, los 2,17 metros de Balvin, aunque verdes, deben aportar algo, así como los movimientos de un Asbury al que no le asusta levantarse ante los interiores rivales y Bogdanovic (2,03). Eso sí, también el Murcia era más bajo, pero Lewis (2,03) resultó imparable.

También ganan en altura Satoransky (2,01) y Tepic (2,02) a los bases locales, Cabezas (1,86), Rochestie (1,85) y Heurtel (1,89), si bien ante el Murcia ninguno de los directores de juego cajistas aprovechó su mayor envergadura, sobre todo Tepic, más acostumbrado a jugar de espalda a la canasta. No debe el juego basarse en ello, pero sí que puede ser un recurso para sumar cuando haya algún atasco en el ataque. Tener dos bases de dos metros que sólo suban el balón acaba por ser un problema ante bases más específicos y veloces si éstos son incapaces de convertir su altura en una ventaja.

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