Sevilla - Mallorca · la previa

Centrado en el impulso

  • El Sevilla, relanzado con dos triunfos a domicilio, debe demostrar a su gente que está dispuesto a llegar al objetivo. La visita de Caparrós no debe distraer a un once que necesita enlazar su tercera victoria.

La misión no admite paradas para contemplar el paisaje. Ni Lunes Santo, ni Caparrós en la casa… todo lo accesorio al fin último de un partido de fútbol, la victoria, le sobra hoy a un equipo que debe recuperar un objetivo y que en las últimas dos salidas ha jurado que no volverá a distraerse. Se verá si es así a eso de las once de noche, cuando el Mallorca se disponga a recoger los bultos de su equipaje y entre ellos no esté ni un solo punto de los tres que estarán en juego esta noche en Nervión. Todos le han de pertenecer al Sevilla, a ese Sevilla que hasta en lucha por salvar, aunque sea de mala manera, una temporada logra contagiar ese gusanillo de ilusión a sus incondicionales. 

El sevillismo, como siempre, hacía cuentas durante todo el fin de semana como miraba al cielo y consultaba webs y aplicaciones de meteorología en busca de buenas noticias para la Semana Santa: la sequía de puntos para Málaga, Athletic y Osasuna el sábado, el punto que se fue al limbo con el empate entre Valencia y Levante ayer… aunque todo ello contando con el triunfo de los de Míchel ante el Mallorca como si los baleares, por el simple hecho de que los entrene Caparrós, fueran a dar facilidades. Si entorno y afición sí lo piensan, al menos los profesionales sabrán y tendrán presente que haber ganado dos partidos por 0-3 no otorga ninguna ventaja sobre el adversario en el siguiente partido. Si de algo ha pecado esta plantilla durante toda la temporada ha sido de fragilidad mental. El mal parece haberse detectado y Míchel dio la sensación de haber dado con el remedio. No es, por tanto, plan de que vuelva a perder el norte en el tramo decisivo de la temporada, y creerse que mereció esos resultados tan contundentes sería empezar a perder el choque de hoy.

El Sevilla no puede permitirse ningún tropiezo en las jornadas que restan para el final de Liga y, teniendo en cuenta que, por ejemplo, debe visitar el Bernabéu, no ganar en casa es presentarse en el templo sin la papeleta de sitio. Y ahí es precisamente donde el Sevilla flaquea. En tres partidos con Míchel al frente, los blancos sólo han sumado una victoria en Nervión, ante Osasuna, y para recortar puntos con los equipos que ocupan plazas de Champions -un triunfo hoy sería tener ya la Europa League a uno- el primer mandamiento es tener una seguridad en casa que no ha aparecido por el Sánchez-Pizjuán en casi toda la campaña.  De hecho, el Sevilla no ha vuelto a ganar dos partidos seguidos ante su gente desde el arranque liguero, cuando el entonces equipo de Marcelino agarró cierta regularidad que algunos llegarían a catalogar de una rácana media inglesa que no le iba a dar para entrar en Champions. Fueron los cuatro primeros encuentros del abono los que el Sevilla ganó consecutivamente en casa. Ante Málaga, Real Sociedad, Valencia y Sporting. En la segunda vuelta, perdió ante tres de esos rivales y ganó sólo a uno, el a priori más difícil. El Sevilla está ahora obligado a no dar un paso en falso en su terreno ante Mallorca hoy y posteriormente frente a Zaragoza, Levante, Betis y Rayo. Cinco encuentros de los que deberían salir 15 puntos para no obligarse a salir a la desesperada a depender de un triunfo fuera de casa.

De todas formas, todo esto es hacer cuentas y ya Míchel ha avisado de que lo último que quiere es que se cuenten billetes delante de él antes de que el oso sea cazado, aunque sí vale el recorrido por el calendario para concienciarse todavía más de la importancia del partido a partido. Es una forma de verlo.

Que Caparrós llegue dando saludos y regalando sonrisas debe importar lo justo a los profesionales del Sevilla. O sea, nada. Cuando acabe el choque habrá tiempo de despedirlo como se merece y ya se verá si el curso que viene está por aquí o no el utrerano. Habrá que verlo. Si el sevillista quiere asegurarse su felicidad, mejor será que quien se siente en el banquillo entonces siga siendo un Míchel que entiende que el técnico del Mallorca arranque simpatías todavía por el barrio, pero que recuerda quién se sienta en el banquillo del equipo local y quién en el visitante.

El partido va a ser duro. Caparrós, consciente de la calidad superior de los Reyes, Negredo, Jesús Navas y compañía, trabará todo lo que pueda y más el choque, y, como entrenador listo y observador que es, habrá advertido que fue con las contras en su propio campo con lo que más ha sufrido el Sevilla esta temporada. Fernando Navarro, uno de los defensas más fiables en el equipo blanco, no estará por sanción y lesión, aunque el sevillismo celebra desde hace un par de semanas el regreso del mejor Negredo, ese delantero que debe ser el que coja de la mano al equipo y tire de él hasta llevarlo lo más arriba que pueda.

Este grupo ha demostrado que cuando quiere, puede. Lo ha hecho en dos salidas en las que ha devuelto la ilusión a su gente. Que no le dé otra decepción. Que con que le hayan puesto un partido un Lunes Santo y con el agua en tan señalada semana ya tiene bastante.

El canterano Deivid, única novedad

El defensa canterano David Omar Rodríguez, Deivid, es la única novedad en la convocatoria del Sevilla FC para recibir el lunes al Real Mallorca, en la que suple al lateral izquierdo Fernando Navarro, sancionado por acumulación de amarillas y que además está lesionado.

Aparte del extremo argentino Diego Perotti y del central bosnio Emir Spahic, bajas por lesión, no ha entrado en la convocatoria el medio centro Campaña, recién llegado de sus compromisos con la selección española sub'19 que ya le impidieron ser citado para el último partido en Granada, aunque antes sí viajó a Santander. El que sí repite en la lista de Míchel ante la visita del Mallorca es el extremo belga Tom de Mul, que ya fue citado para el choque ante el Granada, aunque todavía sigue inédito esta temporada.

Los dieciocho jugadores elegidos son los porteros Palop y Javi Varas; los defensas Coke, Cala, Fazio, Escudé, Luna y Deivid; los centrocampistas Medel, Rakitic, Trochowski, Reyes, Jesús Navas y Tom de Mul; y los delanteros Kanouté, Babá, Negredo y Manu del Moral.

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