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Chaparro y sus silencios

  • El trianero no desvela sus intenciones en una entrevista a la radio oficial del club · "No tengo prisas por renovar", afirma

Los buenos resultados no han cambiado a Paco Chaparro. El entrenador del Betis ha tomado la determinación de no hablar de su futuro en los medios de comunicación, pero ayer se vio obligado a comparecer en la radio oficial del club. Se mostró muy seguro y firme en sus intenciones, con silencios que dejaron bien a las claras que no va a mendigar su renovación con el Betis y respondiendo con evasivas a alguna que otra pregunta que pudiese arrojar una contestación comprometida.

Chaparro es sabedor de que la prensa sevillana no entiende los escarceos de Lopera con otros técnicos ni los regates hacia su persona, pero él no puede impedirlo y no se alinea de ningún lado. "Yo no tengo prisa por renovar. Lo que dicen los medios de comunicación es que quizá otro entrenador con estos números, que fuera rumano o argentino, estaría renovado. Pero los entrenadores de la casa tienen otro trato, aunque no tengo prisa, porque creo que si hay que llegar a un acuerdo, se va a llegar. Problemas económicos no va a haber, pero las dos o tres cosas que se deben hacer, hay que hacerlas. Dice don Manuel que él iba al Betis cuando había tres filas en la grada, pues yo iba cuando había dos. Esto quiere decir que los dos somos béticos de siempre, que somos de la misma edad, y creo que vamos a llegar a un acuerdo, no será muy complicado, pero de esas cosas hay que hablar lo justo", asegura sin titubear el técnico bético.

Se le inquiere por esas condiciones que pondrá al máximo accionista para renovar, ya que Chaparro sigue firme en su idea de no hacerlo a cualquier precio. "Eso se quedará entre la presidencia, el accionista mayoritario y la secretaría técnica. Yo no voy a exponer aquí cosas del club, lo haré en su momento. Aunque algunas rectificaciones hay que hacer, pero eso es normal; todo el mundo se equivoca", comenta sin otorgar excesiva importancia a sus palabras.

Le preguntan directamente si esta plantilla, con tres o cuatro fichajes, sería competitiva, en contra de supuestas opiniones que la definen como de retales. "Yo no sé lo que se habla, pero sí que los jugadores pasan muchas cribas y en Primera División todos son de élite, aunque lógicamente hay escalones y en mi equipo también, aunque esa información no la voy a decir. En estos momentos, según los resultados, estaríamos cuartos o quintos. No sé si es lo que corresponde a esta plantilla, pero los números no se pueden discutir", afirma.

Entonces se le dice cuál hubiese sido el objetivo si él hubiese cogido la plantilla en verano, tras haber dejado al equipo en Primera. "Si hubiera dado mi opinión tras lo de Santander, algunas cosas no se hubieran hecho. Se ha demostrado que hay que ser exigente con esta plantilla, tener un trato exquisito con ella y que no haya estrellas. Un entrenador no tiene que imponer respeto, tiene que ganárselo", opina.

Algo frío se mostró a la hora de definir su relación con Lopera. No en vano, no tiene línea directa con él, sino que tiene que utilizar a otros empleados del club para contactar con él. Aun así, Chaparro respeta al máximo accionista. "¿Mi relación? Buena... No muy continua, pero fluida y normal. Él es el jefe y hay que respetarlo al máximo. Él confía en mí, yo en él, y cuando llegue el tiempo de negociar nos sentaremos a hablar", contesta. "Estoy contento porque estoy en el equipo que quiero estar, en el Betis, y estamos a un paso de la salvación, lo que me haría estar muy orgulloso", añade.

Chaparro recordó algunos de sus sueños, como entrenar al Betis en el año de su centenario o hacerlo campeón de Liga. "Si yo sigo, hacerlo campeón el año que viene lo veo improbable, pero ilusión va a haber seguro, siempre la hay en mí y en los que trabajan conmigo", dice.

Chaparro, eso sí, se felicitó de la actual situación del equipo. "Sí, hemos sufrido menos de lo que yo esperaba. Estoy muy orgulloso de los jugadores, porque es difícil con la presión de que tienes que ganar o te vas a Segunda. Me siento muy satisfecho del rendimiento que le hemos sacado y de todo lo que han dado", aclara con un plural que incluye a Juan Merino y Carmelo del Pozo.

"De los jugadores siempre espero lo mejor. Sé cómo organizar el vestuario para que haya armonía y salvo raras excepciones lo ha habido. Hay que saber tratar a todos los jugadores para que cuando los necesites te den lo máximo", añade Chaparro, que individualizó en los casos de Sobis, Somoza, Babic, Pavone, Mark González, Capi o los jóvenes Melli y Juande, de quienes espera que rompan.

Incluso, lanzó un mensaje para el filial: "Cuando ascendimos en Reus nos pusimos el objetivo de jugar la liguilla de ascenso y ahora tienen que conjurarse para ganar un partido y salvarse".

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