No es futbolista, pero fue la contratación más llamativa en México. Tampoco tiene títulos como entrenador, pero llega a un equipo urgido de éxitos. Paco Jémez debuta  en la liga mexicana al frente de Cruz Azul, que lleva casi dos décadas sin coronarse campeón.

El canario, de 46 años, se define como una persona de "sangre caliente". Quiere contagiar su carácter a un equipo que en los últimos años ha sido calificado como apático. Es amigo de Pep Guardiola, con quien lo une la forma de entender el fútbol. Le gustan las personas normales pero, como le dijo al diario El Mundo, "ser normal es lo más complicado en la vida".

Jémez asumió las riendas del equipo mexicano en diciembre, después de que se confirmara que el Cruz Azul no estaría en la fase final por quinta vez consecutiva. Acostumbrado a dirigir plantillas en peligro de descenso, esta vez tendrá que pelear por los puestos de cabeza.

El español llega a un club grande, el cuarto más ganador de la historia de México, pero que lleva 19 años sin obtener un título en la Liga. La afición está desencantada con las promesas de renovación que llegan con cada inicio de temporada.

El carácter de Jémez ya ha provocado algunos problemas en México. El primero ocurrió durante una entrevista con ESPN en la que discutió con el periodista David Faitelson sobre su supuesta obligación de salir campeón. "Lo que tengo que hacer es clasificar al equipo para la liguilla", aseveró.

El segundo ocurrió unos días después, cuando habló de los comentarios ofensivos que varios usuarios habían realizado sobre fotos que su hija Nadia, de 17 años, publicó en Instagram. "Aquel que le falte el respeto no sólo se las tendrá que ver conmigo. Iré a los tribunales y lo denunciaré, porque mi hija es mejor". La hora de la verdad ha llegado para Jémez, que debuta como local frente al Necaxa.