Fútbol l Primera División

Confianza fatal para el Barça

  • Bojan adelantó a los de Rijkaard, que pudieron sentenciar y luego pidieron la hora tras el gol del empate de Llorente

El Barcelona desaprovechó una gran oportunidad de al menos mantenerse a siete puntos del Real Madrid en la tabla clasificatoria al malgastar la ventaja de la que dispuso ante un Athletic muy mermado físicamente, pero que encontró aire con el empate a un gol y acabó siendo fiel a lo que dice de él su historia.

Prácticamente sin fuelle, con medio equipo tocado y con la sensación de estar irremediablemente derrotado, el equipo rojiblanco encontró un segundo aliento y, apoyado en chavales como el debutante Aitor Ramos, Garmendia o Llorente, le hizo pasar al Barça un cuarto de hora sonrojante para los de Frank Rijkaard.

El partido comenzaba con brío, sobre todo por parte del Athletic, que ya antes de cumplirse el minuto 2 creaba problemas a Valdés con un disparo de Orbaiz. Llegando a la media hora, empezaba a aparecer Yeste, que se mostraba un tanto espeso. Aun así, provocó la primera gran ocasión del partido. Fue con una apertura hacia David López, que centró al borde del área. La pelota acabó quedándosele franca a Aduriz, que, solo ante Valdés, remató alto.

Pudo ser el 1-0, pero, lo que son las cosas muchas veces en el fútbol, lo que llegó rápido fue el 0-1. Aranzubia logró llegar a una incursión en el área de Messi, pero su despeje le cayó a Xavi, que abrió a Bojan para que el canterano batiese al meta riojano de tiro cruzado.

En el descanso, Joaquín Caparrós se la jugó. Dejó en el vestuario a los muy desacertados Susaeta y Aduriz y puso sobre el césped a un chaval del filial, Aitor Ramos, que había debutado en Copa en Montjuïc, y a otro no menos joven que iba a empezar la temporada sin ficha, Garmendia.

No le funcionó de inicio la revolución al sevillano, ya que el Barcelona pudo sentenciar para el minuto de la reanudación en sendas jugadas de Messi, el mejor del partido junto a Javi Martínez, pero erraron Henry y Deco. Pero se fue rehaciendo el Athletic, que tocó a rebato y gozó de una ocasión en un tiro desde la frontal de Javi Martínez que blocó bien Valdés en una buena intervención.

El partido apuntaba a 0-2, pero se transformó en 1-1 en una jugada fiel a la historia de lo que es el equipo bilbaíno. Garmendia peleó un balón como un jabato, se lo llevó por la derecha y centró sobre el área. Allí, en el primer palo, Llorente hizo lo que pocas veces, adelantarse a la acción de los rivales, y puso el empate a medias con Thuram.

Cambiaron las cosas como de la noche al día y lo que estaba siendo un partido hasta plácido para el Barça se tornó en una agonía para los de Frank Rijkaard, que acabaron arrollados y a punto de ser derrotados por un tiro de Aitor Ramos que detuvo bien Valdés.

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