Llevaban razón en Málaga cuando se hicieron eco del interés del Cajasol por Zoran Dragic. Preguntaron los sevillanos y ahí siguen, a la espera de respuesta para contar con la cesión del exterior esloveno o pasar página y dedicarse a otro jugador. El Unicaja no cuenta con él y lo va a colocar la próxima campaña, la segunda de las cuatro que firmó por el club de Los Guindos el pasado verano, aunque con cláusula de salida en junio de 2014.

Andará el bolsillo de los hispalenses ciertamente que da bocados cuando trata de incorporar a otro jugador cedido -el primero, Willy Hernangómez, está al caer- y cuenta con un plantel exageradamente joven, con siete integrantes por debajo de los 22 años, ocho si se cuenta a la joven perla interior del Real Madrid.

El caso es que el perfil pretendido cuadra con el de Tariq Kirksay, a quien ya se le ha perdonado el desplante de su adiós hace dos veranos, encaprichado como estaba por una mejora de su sueldo, que ya estaba previamente pactado, pero las condiciones exigidas por su representante, por mucho que el Cajasol y el alero estén en sintonía y quieran volver a reencontrarse, son imposibles de alcanzar por el club sito en San Pablo. Quizás más adelante puedan llegar a un trato.

No casa tanto con la idea, sin embargo, el interés por el internacional esloveno, un exterior que se desenvuelve bien como alero y como escolta, aunque algo corto de estatura (1,96 metros) para encararse con un tres del tipo de Kuzminskas, recién fichado en Málaga, o Mumbrú, por citar dos ejemplos.

El UCAM Murcia también está deseando beneficiarse de la cesión del hermano de Goran Dragic e incluso parecía que estaba hecha hace sólo unas horas. Sin embargo, fuentes del club malagueño confirmaron ayer por la tarde que aún no ha habido acuerdo con ningún equipo y que se ha instado a su representante, Quique Villalobos, a negociar con los interesados y que en función de las cantidades que estén dipuestos a poner encima de la mesa irá a uno u otro sitio.

En cambio, hay cierta resignación en el Cajasol a tenor de las tiranteces habituales que ha habido entre el equipo costasoleño y el hispalense. Algunos no apuestan un euro a que el Unicaja permitirá al jugador venir a Sevilla dadas las relaciones -nunca malas, pero siempre con alguna rencilla, como ocurrió con Urtasun y Calloway hace un año- entre ambos... Y menos aún con Joan Plaza en el banquillo del Carpena.