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Cuestión de acierto (2-0)

  • El Sevilla marca en su primera llegada después de varias ocasiones claras de un buen Athletic. Gameiro logra los dos tantos, el segundo de penalti.

El Sevilla mantiene su buen nivel en Nervión derrotando a un buen Athletic que de salida debió marcar pero que acabó desesperado por su propia ineficacia. Los de Emery no mostraron ni de lejos su mejor versión y nunca parecieron poder cerrar el partido, pero el triunfo apenas peligró cuando la cosa se puso de cara y esa no es virtud pequeña en la superélite.

Por sensaciones, ese extraño termómetro cuando el deporte incluye metas a largo plazo, las vascas fueron meritorias, pero los tres puntos se quedan en el Pizjuán y el Sevilla cierra la primera vuelta con 29 puntos, algo por debajo de lo esperado pero una cifra nada desdeñable, incluso notable, para un equipo incapaz de ganar a domicilio. El problema es que los viajes de la segunda vuelta incluyen Calderón, Camp Nou, Bernabéu, Mestalla y San Mamés en la última jornada. Casi nada.

El caso es que repite Emery con Cristóforo junto a Krychowiak y Krohn-Dehli en la izquierda, recuperando a Gameiro como delantero. Carriço vuelve tras meses de lesión por la sanción de Rami y la gente le recibe con gran cariño. Enfrente Valverde sitúa a Raúl García (y luego a Eraso cuando aquél se fue lesionado) para presionar la salida del balón sevillista, ayudando así a Aduriz y a Williams. Y el Sevilla, que normalmente saca el balón con cierta dificultad, se encontró muy agobiado y, de salida, ampliamente superado.

En apenas siete minutos acumuló méritos de sobra el Athletic para rascar algo del Pizjuán. Entre las dudas locales, De Marcos y Williams hicieron pupa y un centro mal defendido lo pudo convertir Raúl García, y en el córner subsiguiente salió mal Sergio Rico para rectificar después y sacar un cabezazo bombeado de San José que se colaba. Para colmo Lekue se encontró con el larguero en un tiro lejano y el Sevilla literalmente deambulaba por el campo.

De nuevo con Cristóforo como complemento esencial de Krychowiak, el Sevilla despertó pero sin más acercamiento que un gran envío de Krohn-Dehli mal controlado por Vitolo. Ya lo siguiente, rumbo a los 25 minutos, fue el gran gol de Gameiro en una jugada plena de estilo y acierto, con Vitolo rompiendo el centro y el francés mucho más rápido que los centrales para cruzar perfecto ante Iraizoz.

Pero lejos de tranquilizarse y construir con más margen, el Sevilla sigue corto de revoluciones y la intensidad visitante hace inviable doblar ventaja. Sólo Banega, superado por Laporte, la tuvo en una gran recuperación en campo propio de Vitolo y envío abajo muy preciso. Pero pedía a voces el descanso el Sevilla y Aduriz, picando a la cruceta una contra, se encargó de subrayar el motivo.

No es precisamente un Sevilla de campanillas, sino un equipo que al ser presionado en el último tercio del campo suda tinta para mantener el balón y sacarlo sin acudir al voleón. Incluso, el gol de Gameiro es el único tiro del Sevilla en el primer acto, por seis (tres a puerta) del Athletic. Clarificador.

Sale el Sevilla de vestuarios con una cara algo mejor e incluso ofrece lo mejor del encuentro en un par de llegadas en pared muy notables. Eso sí, el gol aparece de la forma más inopinada, con un rechace en un córner que permite a Krychowiak romper en el área y encarar en diagonal a Iraizoz. Gurpegui tapa pero Laporte traba al polaco por detrás. Cierto que hay más tropiezo que voluntad pero el hecho cierto es que lo derriba. Gameiro transforma el penalti antes de la hora de juego y todo pinta ya de otra manera.

Coke incluso puede (debe) aumentar la renta, pero el Athletic también tiene alguna opción tardía para apretar el duelo, sin éxito y sin tanta claridad como al principio. El Sevilla cerró más o menos atrás y amarró un triunfo esencial para seguir pensando que con algo más de ambición forastera la temporada liguera tendría una pinta de lo más interesante.

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