La tan cacareada cumbre entre Manuel Ruiz de Lopera y Paco Chaparro para analizar toda la actualidad verdiblanca se llevó a cabo ayer en el hotel Ciudad de Sevilla, donde junto a los dos principales protagonistas compartieron almuerzo José León y todos los técnicos del club; es decir, los miembros de la secretaría técnica -Manuel Momparlet, Joaquín Parra y Jorge Vázquez- y los ayudantes del entrenador, Juan Merino y Carmelo del Pozo.

Entre los diversos temas tratados, ya que Chaparro quiere mejoras en diversas áreas del club que llevan años en precario, ciudad deportiva al margen, uno de los más trascendentes es el de la llegada de algún posible refuerzo en el mercado invernal, aunque los inconvenientes son diversos.

El principal es que la Liga acaba en mayo y el Betis apenas tiene nada trabajado, de ahí que un refuerzo extranjero llegaría ya casi en febrero y, con la aclimatación necesaria, comenzaría a rendir cuando apenas quedase una docena de partidos.

Se busca por ello un delantero y ha de ser nacional o comunitario, ya que Babic seguirá en la plantilla como mínimo hasta final de temporada y no liberará su plaza de extracomunitario pese a que se trabajó en ello.

En Francia, mercado que ha estudiado Parra, las opciones válidas se van a los cinco o seis millones de euros, y también se encontrarían con el problema de la adaptación a la Liga. Es por ello que los técnicos hayan elaborado una lista con todos los futbolistas que militan en Primera División y que no hayan disputado hasta la fecha los cinco partidos que marca la ley para que puedan cambiar de equipo a mitad de una temporada, ya que en caso contrario el Betis debería mirar a la Segunda División y no van por ahí las pretensiones de Chaparro.

El mercado, en este sentido, es muy escaso, y la única opción de garantías es el atlético Mista, a quien Forlán y Agüero le cierran el paso. El Betis podría estudiar su contratación o cesión.