Rafa Nadal superó su debut en el torneo de Montecarlo, tercer Masters 1.000 de la temporada y primero en tierra batida, tras deshacerse con firmeza frente al británico Aljaz Bedene por un doble 6-3.

El tenista de Manacor, ocho veces ganador en el Principado, donde dominó de 2005 a 2012, fue de menos a más, pero le bastó su mayor solidez para debutar con éxito, aunque su tenis deberá mejorar ostensiblemente cuando aparezcan retos de más entidad, como por ejemplo el que siguiente que le espera, el austriaco Dominic Thiem, que este año le batió en arcilla roja, en las semifinales de Buenos Aires.

El quinto cabeza de serie estuvo más errático de lo que en él es habitual en esta superficie, su predilecta por la cantidad de éxitos que le ha dado, y terminó el encuentro con 16 golpes ganadores y 20 errores no forzados. Su drive, su mejor arma, hizo mucho daño cuando funcionó (13 puntos ganadores), pero también le costó cerrar los dos sets cuando manejaba unas ventajas amplias.

Otro de los españoles en liza, Fernando Verdasco, fue eliminado en la segunda ronda por un ajustado 7-6 (2), 2-6 y 7-6 (1) ante el belga David Goffin, en dos horas y media.

El undécimo favorito en Montecarlo detuvo al jugador madrileño gracias a su acierto en los desempates que le entregaron el primer y el tercer set. Eso le permitió minimizar la pérdida de la segunda manga y avanzar a la tercera ronda del torneo.

Stan Wawrinka, cuarto clasificado del mundo, se deshizo en dos sets del tenista alemán Philipp Kohlschreiber (7-6(2) y 7-5). El suizo necesitó la muerte súbita en la primera manga ante el vigésimo octavo de la ATP, siendo más llevadero el triunfo en el segundo set.