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Derribando muros de arena

  • Patricia del Valle se convirtió, en el Europeo celebrado en Croacia, en la primera española en pitar la final de un torneo internacional

"Antes veía a los árbitros como el enemigo público número uno, pero ahora no puedo ser más feliz por haberme convertido en uno de ellos". Patricia del Valle lo tiene claro. El balonmano le dio todo cuanto podía desear durante los 15 años que compitió en las pistas. Hasta que las lesiones la apartaron de proseguir su sueño.

Por aquel entonces, esta joven sevillana difícilmente podía digerir el varapalo que le daba su gran pasión. Pero el refranero popular volvió a demostrar su validez, convenciéndola de que cuando una puerta se cierra, otra se abre.

No son pocos los que consideran que ese nuevo umbral puede ser incluso más atractivo que el que se deja atrás. Que se lo digan a Patricia, que a la hora de poner en una balanza todos sus logros deportivos, ya no duda: "Las lesiones me impidieron saber hasta dónde habría llegado. Aun así, tengo claro que los pasos que he dado como árbitro no los di como jugadora".

Los pasos de los que habla esta hispalense de 27 años bien podrían calificarse de zancadas, pues el pasado fin de semana ella y Laura Buchón, su pareja en la arena, se convirtieron en las primeras españolas en pitar la final de un Europeo de balonmano playa.

"Ninguna pareja de árbitros de nuestro país había conseguido dirigir un partido tan importante. Cuando nos dieron la designación no nos lo podíamos creer", cuenta Patricia.

La final femenina del Europeo de Croacia, disputada entre Noruega y Polonia y en la que se impusieron las nórdicas, quedará recogida en los anales de este deporte. Y aunque en las actas del duelo también aparezcan los apellidos Del Valle y Buchón, Patricia es consciente de que su gesta puede pasar fácilmente desapercibida. Por ello se ha propuesto darle la visibilidad que en otras ocasiones no encuentra ni su deporte ni su labor, pues sabe que los árbitros son más odiados que admirados.

"Y si eres mujer, todavía es más difícil hacerse un hueco en este mundo", apostilla. De ahí que se enorgullezca del tándem formado junto a Laura, y que relate su andadura en Zagreb, capital croata, con la emoción agarrada aún a su garganta.

"Antes del Europeo absoluto estuvimos en el sub 17, que fue el primero en el que hicimos historia al ser las elegidas para pitar la final", avanza la sevillana.

Su billete para tan trascendental duelo llegó de forma un tanto amarga. Y es que el equipo femenino español se quedó a las puertas de pelear por el título, lo que convirtió en elegibles a Del Valle y Buchón para dirigir el encuentro entre holandesas y portuguesas, que cayó de lado de las primeras.

"Siempre es una mala noticia que un equipo español no llegue a la final de un torneo, pero las chicas nos dieron la enhorabuena y nos dijeron que, aunque no fuera como jugadoras, España estaría representada en una cita tan importante", añade.

Lejos de emprender el camino de vuelta a casa una vez finalizado el campeonato juvenil, dio comienzo el absoluto. Y una tras otra, la sevillana fue recogiendo designaciones que a priori no se esperaba. "Pitamos varios partidos a los anfitriones, tanto a los chicos como a las chicas, y en la pista central. Imagínate el orgullo que sentíamos de vernos allí y de saber que los organizadores estaban contentos con nuestra labor", cuenta Patricia.

Concluida la fase de grupos, tocó seguir demostrando su valía en los cruces de cuartos de final, y también en los partidos del octavo al décimo puesto, en los que sus protagonistas se jugaban un billete para el Mundial del próximo año. Pero el plato fuerte estaba por llegar.

"La selección española femenina cayó en semifinales. Eso nos permitía optar a pitar la final, pero nos parecía algo imposible. Ya habíamos dirigido la del europeo sub 17 y estábamos más que satisfechas", rememora.

La lógica de Patricia, que bien podría haber sido aplastante, no lo fue. Allí estaba ella, en otra final internacional junto a Laura. Cuando el duelo tocó a su fin, una sonrisa amplísima brillaba en el rostro de ambas, y una mezcla de risas y lágrimas se fundieron en la arena croata.

Durante este mes, Patricia dirigirá partidos de varios torneos del Arena Handball Tour, el circuito nacional de balonmano playa. Cádiz, Valencia o Laredo serán algunas de las ciudades que visite. Después disfrutará de unas merecidas vacaciones, pues no ha descansado ni un sólo fin de semana desde que comenzase la temporada de balonmano pista en septiembre. "Ya es hora de pasar tiempo con mi marido y el resto de la familia", anuncia deseosa de poder ir a la playa sin más propósito que tumbarse en la arena a tomar el sol. Así cargará las pilas para los próximos retos que, espera, estén por venir.

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