Como el que anda descalzo por el parqué detrás de quien calza unas duras y sonoras botas camina el Sevilla en la previa de esta Supercopa de Europa. La ciudad espera la hora del partido en una mezcla de curiosidad por la animosidad y los cánticos de la hinchada sevillista que poco a poco va llegando a Cardiff y la atención que siempre acompaña a la visita de un equipo como el Madrid, con uno de los suyos, Bale, infiltrado en su infantería.

Unai Emery aprovecha el papel de mero invitado que muchos le dan al Sevilla. Se siente a gusto el técnico vasco en ese rol y así quiere que lo vea su equipo. "Llegamos contentos, sabiendo que todo lo que hayamos enfrentado en pretemporada no va a ser igual, el duelo contra el Madrid va a ser la mayor prueba, el mayor reto, pero sí que estamos preparados, sobre todo mentalmente convencidos, pues ya hemos ganado al Madrid, hay un precedente cercano. Y mañana, con todo lo que supone que estemos en una final en pretemporada, tenemos bien claro que es un partido que tenemos que disfrutar, que es un premio que nos hemos merecido y que, con todo, la ilusión es la que envuelve a todo eso". Las palabras del entrenador del Sevilla retumban en una abarrotada sala de prensa, mientras Monchi, junto a Óscar Arias, permanece atento a ellas.

"Sabemos del potencial del Real Madrid, conocemos cómo va a ser su engranaje, pero nosotros sabemos también que la otra parte es nuestra, la que depende de nosotros, y tenemos que saber inteligentemente exportar nuestras cualidades en ataque, pensar y preparar el partido a partir de ser un bloque defensivo fuerte. Luego pensar en la capacidad que tendremos en ataque porque esos han sido los argumentos que nos han llevado a ser fuertes, los argumentos que nos hicieron ganarle al Madrid, y será nuestro argumento mañana", continuó el de Fuenterrabía, que repite las veces que haga falta que el favorito estará en el otro rincón: "El Madrid es el favorito, está claro, y no creo que tengamos que insistir mucho en eso y sí en trabajar para jugar nuestras bazas. Nosotros tenemos nuestros argumentos basados en nuestra competitividad. Nos gustaría llevar el peso del partido y la idea la pondremos en el terreno de juego, pero otra cosa es si el Madrid nos va a dejar llevar ese peso. El Madrid tiene potencial para que nos exija más tiempo en las situaciones defensivas que ofensivas, pero el ritmo del partido vendrá muy marcado por cómo estemos posicionados", explicó, para después avisar de los espacios, temibles ante un rival con el arsenal ofensivo del equipo de Ancelotti. "No podemos dejar situaciones con espacios para Cristiano o Bale ni situaciones intermedias para James, ni que creen juego Modric o Kroos... Tenemos que estar muy juntos y saber que cuando tengamos nosotros el balón si hay espacios darle velocidad al contragolpe. La balanza está en el lado de ellos pero tenemos muchísima ilusión de competir el partido", incidió recordando también la importancia de la estrategia.

Precisamente este aspecto fue lo único que el técnico valoró como trascendente a la hora de preocuparse por la alineación. "El once no tiene importancia, sólo a la hora de preparar las situaciones de estrategia o de juego. Para mí no es importante la alineación, sino que se vea a un Sevilla con personalidad y con una capacidad de recursos. Que tenga posibilidades de ganarle al Real Madrid".