La pregunta de muchos sevillistas es la misma. Gran parte de la afición se pregunta por qué un jugador como Gerard Deulofeu, que ha demostrado mucho nivel en el fútbol de desborde en los partidos que ha jugado, no tiene más minutos en los planes de Unai Emery.

El delantero catalán, aunque salvando las diferencias, protagoniza una situación similar a la que en la pasada campaña desempeñaba el alemán Marko Marin, un jugador que ofreció actuciones muy llamativas de cara al gran público ante rivales de poca entidad -como en las rondas previas de la Europa League- y que en los choques de importancia y con dosis de competitividad no apareció. Aunque ambos jugadores coinciden en que estuvieron cedidos sin opción de compra por sus clubes, Chelsea y Liverpool, tampoco puede decirse que sean casos similares.

Con Deulofeu hay grandes esperanzas en el Sevilla y su aportación fue clave en el choque ante el Feyenoord, en el que dio dos pases de gol en sendos golpeos de faltas indirectas.

Su no presencia en el once ante el Rijeka, algo que sorprendió a muchos, puede llevar escondida una titularidad en un encuentro que puede reunir unas características más acordes con su juego, en casa ante el Deportivo de La Coruña mañana en el Ramón Sánchez-Pizjuán. Sin duda, es un jugador que tiene ese pellizco capaz de encandilar a la afición sin reparar en sus riesgos tácticos.