La selección española se concentró ayer para preparar el amistoso de mañana contra Italia con el delantero Diego Costa acaparando todos los focos en su debut en una convocatoria con la campeona del mundo.

Exuberante en el campo, Costa es tímido fuera de la cancha. Así lo demostró a su llegada a la Ciudad del Fútbol de Las Rozas, sede de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y lugar de concentración de la selección nacional. No sabía muy bien dónde dirigirse, si parar o no a hablar con los periodistas. Y decidió seguir su camino sin disimular su nerviosismo.

A sus 25 años, el atacante hispano-brasileño afronta una nueva etapa de su carrera y lo siguiente es intentar ganarse la confianza del seleccionador español, Vicente del Bosque. No tendrá mucho tiempo, pues el amistoso ante Italia será el único partido antes de la lista definitiva para el Mundial de Brasil.

Por eso se da por segura la presencia de Costa en el once titular con el fin de exprimir los minutos en una prueba que será algo más que eso para el atacante del Atlético de Madrid.

Desde ya todas las miradas están situadas sobre Costa, quien ya fue objeto de un seguimiento especial durante el clásico del domingo ante el Real Madrid. Y el delantero pasó la prueba.

Existía un gran interés en los medios por ver cómo interaccionaba Costa en ese duelo con sus rivales en el Real Madrid y hoy compañeros en la selección. Si en el pasado tuvo numerosas fricciones, el punta de origen brasileño vivió una pelea noble con los defensas blancos. Además, fue uno de los grandes destacados de un partido sin demasiado eco en sus individualidades.

Uno de sus rivales fue Sergio Ramos, a quien se abrazó con empatía al final del encuentro. Qué lejos -aunque tan cercanos en el tiempo- quedan aquellas batallas en las que a menudo se traspasó la línea, yendo más allá de la simple rivalidad deportiva.

Ramos, uno de los jugadores con más peso específico de la selección española, saludó ayer la llegada de su nuevo compañero, de quien dijo que "ha hecho méritos suficientes para estar aquí".

"Esperamos su mejor versión. Puede aportar muchas cosas positivas a la selección. Cada uno defiende nuestros intereses siempre que no se falte el respeto. Ahora somos compañeros de selección, pero en el campo uno se olvida de todo. Lo que está claro es que hay que cuidar los detalles", declaró.

Inmediatamente, Costa pudo conocer qué rutina sigue cada concentración de la selección española en los últimos tiempos. Y lo primero siempre es grabar lucrativos anuncios publicitarios. En ello tuvo ocupada la mañana junto a sus nuevos compañeros antes de acudir a su primer entrenamiento, previsto para después de la comida.

Por lo demás, los seleccionados fueron llegando con el clásico goteo que proponen los vuelos y sólo se registraron pequeños retrasos de los jugadores del Manchester City (David Silva, Álvaro Negredo y Jesús Navas), con permiso especial tras ganar el domingo la Copa de la Liga en Inglaterra.