El Villarreal sacó adelante un partido importante para afianzar una plaza de Liga de Campeones ante un Espanyol necesitado de la victoria en su lucha por la permanencia que mereció más por juego y ocasiones, entre ellas un penalti que malogró Luis García en el minuto 65, al enviar la pelota al larguero.

El partido empezó con chispa y con llegadas en ambas porterías con un Villarreal buscando siempre a Kameni y el Espanyol, buscando los espacios que dejaban los locales en sus ataques.

Con este panorama fue el Espanyol el que pudo marcar sin haber chutado entre los tres palos a pesar de sus llegadas al área, tras quince minutos de juego en una acción en la que Diego López salvó en la misma línea de gol tras una cesión peligrosa de Godín que salvó el meta al girarse sobre sí mismo con una gran agilidad.

Si este no entró, sí lo hizo el remate de cabeza del argentino Fuentes después del saque de esquina de Ibagaza y una mala salida de Kameni. El gol que cambiaría la situación del partido hasta el final de la primera parte, ya que los de Pellegrini buscaron tranquilizar más el juego y esperar sus opciones a la contra.

La segunda parte prometía acción y ocasiones y no defraudaría. Empezó golpeando el Espanyol con un remate de cabeza de Luis García que sacó con una milagrosa parada Diego López.

El referido penalti de Godín a Nené despertó la ilusión de los espanyolistas, pero Luis García no consiguió romper su sequía al enviar el esférico al larguero. El Espanyol no cejó en su acoso, aunque sin acierto.