Tenis

Djokovic desbanca a Nadal del número uno

  • El serbio ocupará el primer puesto del mundo a partir del lunes tras su clasificación para la final de Wimbledon, donde se encontrará con el español, que venció a Murray.

El serbio Novak Djokovic se clasificó para su primera final de Wimbledon, tras vencer por 7-6(4), 6-2 y 6-7(9) y 6-3 en cerca de tres horas al francés Jo-Wilfried Tsonga, verdugo de Roger Federer en esta edición.

Con su acceso a la final del All England Club, Djokovic se convertirá el próximo lunes, 4 de julio, en número uno del mundo, puesto del que desbancará a Rafael Nadal aun cuando éste revalidara su título de 2010, después de 56 semanas del español en lo más alto del ranking. "Es difícil expresar con palabras lo que se siente al estar en la final", dijo Djokovic a pie de pista nada más terminar su encuentro, en el que perdió dos bolas de partido en el tercer set antes de amarrar la victoria en el cuarto. El segundo favorito del torneo quiso comunicar lo "muy contento" que se siente por "estar jugando bien" esta temporada y recordó que, pese a ser un deporte individual, alcanzar la final de un Grand Slam no se consigue "sin el apoyo de los más cercanos", que estuvieron siguiéndolo en directo.

Dura victoria del serbio ante Tsonga

El rival de Su rival, Tsonga, duodécimo favorito, lideró el partido nada más arrancar. Si bien su servicio ha sido apabullante durante todo el torneo para liderar el ranking de sacadores hasta ahora con 120 aces (en seis partidos), su resto también se colocó a la misma altura. Rompió el servicio de Djokovic en el primer juego del encuentro. Ese mérito supuso una gran suma de credibilidad para el francés, que jugaba por primera vez unas semifinales en Wimbledon. En el segundo juego el serbio estuvo a punto de devolver la ruptura a su rival, pero éste jugó con tal seguridad que se encaraba a la red cada dos por tres y siempre con acierto.

Djokovic se dedicó a mover al adversario de lado a lado de la pista, pero éste, incansable, se hizo omnipresente. Incomprensiblemente para el público, Tsonga llegaba a todas las bolas. Djokovic se desesperaba. Eso lo llevó a lanzar la pelota fuera de la pista en el momento más decisivo y dejar correr así la primera de las siete bolas de rotura que tuvo en el set inicial. El serbio había llegado a Wimbledon tras vivir la mejor racha de su carrera -hasta su derrota en Roland Garros ante Federer acumuló 43 victorias seguidas- y su deber era cumplir este año las expectativas y, al menos, medirse a Nadal en la final o, incluso, levantar su primer trofeo del All England Club.

Llegado el octavo juego, Djokovic encontró la ocasión de oro multiplicada por dos. Jugaba nervioso y erraba cuando no se lo podía permitir. Se le iban acumulando las bolas de rotura sin saber cómo manejarlas. Finalmente, fue Tsonga el que flaqueó, en el décimo juego, al servicio. Después de haber salvado tres bolas de rotura, cometió una doble falta cuando iban 40-40 y le dio la ventaja a su contrincante. Le puso en bandeja el punto y el marcador se igualó: 5-5.

Obligados a debatirse en un desempate, Djokovic no hizo más que esperar a que Tsonga se precipitara en sus decisiones y fallara en los peloteos. Le hizo el primer mini-break para firmar el 2-4, pero, de nuevo, no fue labor del serbio. Tsonga había dejado la bola en la red y ofrecido el punto a su rival. El francés ya no levantó cabeza y allanó el camino a Djokovic para salir triunfante de ese primer set que se alargó 65 minutos.

Las aspiraciones de Djokovic, entre otras, son mejorar su marca en hierba, donde hasta ahora lo máximo que había hecho era coronarse finalista del torneo de Queen's en 2008 y en el de Halle en 2009. Si gana mañana, se convertirá en el tercer hombre de la Era Open en lograr su primer título de hierba en Wimbledon, después de Michael Stich (1991) y Andre Agassi (1992).

La segunda manga fue puro gobierno de Djokovic, que rompió ya en el primer juego y repitió la hazaña en el quinto. Fue el menos emocionante para el público, que quería volver a presenciar el combate a vida o muerte con el que les deleitaron estos dos jugadores. Y así fue. En el tercer set volvieron a frecuentar la red y a sentenciarse uno al otro con agresivas voleas que desataban calurosos aplausos en las gradas, donde se sentaron, por ejemplo, la actriz estadounidense Laura Linney y Pippa Middleton, hermana de Catalina, duquesa de Cambridge y esposa del príncipe Guillermo de Inglaterra.

Ese tercer parcial consistió en un tira y afloja entre Djokovic y Tsonga, que se rompieron el servicio repetidamente e hicieron de éste un enfrentamiento a sangre fría. De nuevo, se vieron abocados al desempate. En él, Tsonga levantó dos bolas de partido y, en la tercera bola de set que se le presentó, anotó el punto para acortar distancias con su rival: Djokovic dos sets arriba frente a uno de Tsonga. Por su condición de tapado, Tsonga se metió en el bolsillo al público, que lo animaba a estirar el partido. Lo hizo durante un set más, el cuarto, que empezó con dominio absoluto para Djokovic. El serbio quebró el saque de su contrincante en el segundo juego y ese instante lo encaminó hacia la victoria, conseguida pese a su menor nota en cuanto a puntos ganadores. Djokovic anotó 34 frente a los 41 de Tsonga, pero los 29 errores no forzados del galo jugaron a su favor (Djokovic tuvo trece).

Nadal pasa a la final tras derrotar a Murray

Por su parte, Nadal jugará el domingo su quinta final en Wimbledon tras imponerse en la penúltima ronda del torneo al británico Andy Murray, cuarto cabeza de serie, por 5-7, 6-2, 6-2 y 6-4 en casi tres horas. Nadal se presentará el domingo a las 15:00 (hora española) en la Pista Central de Wimbledon con 25 años y 30 días, para convertirse en el segundo jugador más joven en alcanzar la cifra de 13 finales de Grand Slam (de las que, hasta ahora, ha ganado diez), tan sólo por detrás del sueco Bjorn Borg, que alcanzó esa marca con 24 años.

"Me siento feliz por volver a estar en una final", dijo al terminar el partido el primer cabeza de serie del torneo, que añadió que el encuentro contra Djokovic será "como siempre, muy duro", porque esta temporada el serbio sólo ha perdido un partido y el español ha caído hasta en cuatro ocasiones frente a él.

La derrota deja a Murray, que ya perdió el año pasado en semifinales ante Nadal, a las puertas de la final de Wimbledon por tercera ocasión consecutiva, y frustra de nuevo las expectativas del público británico, que no ve ganar en la hierba de Londres a uno de sus compatriotas desde que lo hiciera Fred Perry en 1936. "Estoy un poco triste por él, también merecía estar en la final y le deseo lo mejor para el resto del año, especialmente para Estados Unidos. Sólo le falta un poco de suerte para ganar un gran torneo", afirmó el primer cabeza de serie en Wimbledon sobre su rival de semifinales.

El español sufrió con los saques del británico al inicio del primer set, y se quedó en blanco en dos ocasiones -por una Murray- ante el séptimo jugador que más bolas directas había acertado hasta esta ronda en el campeonato (61), y que en el partido sumó otros 15 a su cuenta personal. Pese a que Nadal se mostraba agresivo en sus restos, no lograba forzar puntos de ruptura y, el escocés, ante el júbilo del público de la Pista Central, aprovechó la opción que se le presentó en el momento álgido del primer set, con 5-6 en el marcador, para romper el servicio de su rival, anotarse el parcial y dar un golpe de autoridad en el partido.

El inicio de la segunda manga no cambió la tónica de un encuentro en el que Nadal continuaba sufriendo para imponer su saque -fallaba casi la mitad de sus primeros servicios- y padecía con las bolas a más de 215 kilómetros que enviaba el británico, que seguía acumulando juegos ganados por 40-0. En el peor momento para el español, Nadal supo aprovechar los errores de Murray para romper por primera vez el servicio del británico, colocarse con ventaja en el segundo set (3-2) y dejar en blanco en el siguiente juego al británico, que parecía haber perdido la concentración y que cedió el segundo parcial (6-2).

Nadal se metía de nuevo en el partido, afinaba sus saques, y anulaba otra vez el servicio del escocés, que se mostraba por momentos incapaz de contrarrestar las arremetidas del español. Tras ganar el tercer parcial, el español no aflojó en su juego, se colocó con ventaja y desactivó una de las últimas oportunidades para salvar el partido de Murray, que desaprovechó varias bolas de ruptura en el cuarto juego. El primer cabeza de serie se hizo con el definitivo cuarto parcial por 6-4, después de desaprovechar una bola de partido con 5-3.

Nadal, invicto en Wimbledon desde que perdió la final en 2007 ante el suizo Roger Federer -acumula una racha de 20 victorias consecutivas-, defiende este año por primera vez el título, dado que en 2009 no compareció en el torneo debido a una lesión en la rodilla. El español acumula diez títulos de Grand Slam en su palmarés y sólo ha perdido hasta el momento dos finales en grandes torneos, en ambos casos en Wimbledon (2006 y 2007) y contra Federer, que en esta ocasión quedó eliminado en cuartos tras perder contra el francés Jo-Wilfried Tsonga. Si Nadal, que ganó el último Roland Garros, volviera a conquistar Wimbledon este año, reeditaría el resultado de la temporada 2008, cuando también se hizo con esos dos Grand Slam, y se mantendría en el mismo camino que siguió el año pasado cuando, además de ganar en París y Londres, se proclamó campeón en Estados Unidos.

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