Novak Djokovic lo hizo de nuevo y con un contundente marcador de 6-0 y 6-1 ante el español Pablo Carreño se plantó en los cuartos de final del Masters 1.000 de Montecarlo. Campeón en Indian Wells y en Miami en pista dura, el serbio parece decidido a defender su corona en la cita monegasca de forma autoritaria. Nada mejor que hacerlo venciendo a cuanto español le salga al paso. Primero lo hizo con Albert Montañés, en 45 minutos (6-1 y 6-0), y ayer ante el verdugo del francés Gael Monfils en dos minutos más de lucha.

Y todo esto con las dudas que ha provocado la cinta de protección que lleva en una de sus muñecas. Despejó la incertidumbre con contundencia en el primer enfrentamiento contra Carreño ante el que no concedió una sola oportunidad de rotura y al que robó su saque en cinco de las siete ocasiones de que dispuso.

Para llegar a semifinales, Djokovic deberá ponerse a prueba de nuevo contra otro de los componentes de la Armada española, Guillermo García López, que ya lleva ocho victorias seguidas, con título en Casablanca incluido, y que derrotó al checo Tomas Berdych, quinto mejor jugador del mundo, por 4-6, 6-3 y 6-1, para lograr su mejor actuación en Montecarlo, y sus segundos cuartos en un Masters 1.000, después de Shanghai en 2010.

Mientras, Rafael Nadal convirtió su victoria sobre el italiano Andreas Seppi, por 6-1 y 6-3, en la número 300 sobre tierra batida de su carrera, y en un día soleado con mucho público en el Montecarlo Country Club cerró su triunfo número 50 en este torneo en una hora y 13 minutos.

Sólo 11 jugadores, desde que comenzó la Era Open, han alcanzado esta cifra. Nadal se ha unido a ese grupo, y durante la semana puede ampliar la cifra. El argentino José Luis Clerc, con 301, puede ser su próxima víctima, aunque todavía está lejos de las 644 del también argentino Guillermo Vilas. El español Carlos Moyà fue el último jugador en lograr las 300 victorias en esta superficie, en 2007. Nadal inició esta racha en 2002 en Palma de Mallorca al vencer al paraguayo Ramón Delgado cuando el mallorquín tenía 15 años.

No fue con mucho el mejor partido de Nadal en tierra, pero jugó lo suficiente para derrotar a Seppi por quinta vez en seis encuentros, cerrando el duelo como a él le gusta, con un golpe ganador, en este caso un saque directo, el segundo de su cuenta. "He jugado un buen partido, sobre todo en el primer set; después me he parado un poquito con 4-1, y suerte que he podido cerrarlo", observó Nadal.

David Ferrer, finalista en 2011 y ausente el pasado año por lesión, será su próximo rival al vencer al búlgaro Grigor Dimitrov, por 6-4 y 6-2 en una hora y 36 minutos, con lo que el torneo se asegura un semifinalista español. El alicantino jugó un tenis exquisito en el segundo parcial, y aunque necesitó tres oportunidades para liquidar a Dimitrov, quien mostró por rachas su excelente y reconocida clase, alcanzó los cuartos por séptima vez. "Espero estar bien, pero Rafa en tierra batida...", suspiró Ferrer. Nadal lo ha vencido en 21 de las 26 ocasiones en que se han enfrentado y tres veces en estas pistas.

Otro de los cuartos enfrentará a Roger Federer, que arrolló al checo Rosol por 6-4 y 6-1, contra Jo-Wilfried Tsonga, que superó a Fabio Fognini por 5-7, 6-3 y 6-0.

Los primeros en lograr los cuartos fueron Stanislas Wawrinka, beneficiado por la incomparecencia del español Nicolás Almagro por una lesión en el pie izquierdo, y Milos Raonic, que se deshizo del también español Tommy Robredo por 6-4 y 6-3.