El centrocampista brasileño Edmilson, que también puede actuar como defensa central, fue el primer objetivo de Paco Chaparro para reforzar al Betis en este mercado de invierno, aunque la operación era muy compleja y, además, el futbolista del Barcelona se lesionó días después.

No obstante, su caché y cierta historia que le rodea explican bien a las claras las diferencias que siempre existieron entre el entrenador del Betis y Manuel Ruiz de Lopera y su hombre de confianza, Manuel Momparlet, de cara a reforzar al equipo.

El nombre de Edmilson salió a la palestra la tarde del 3 de enero en la cumbre del hotel Ciudad de Sevilla, en la que Chaparro dio una serie de futbolistas, entre los que figuraba el brasileño, para reforzar el equipo. En la misma había incluso delanteros, pero después de que el 6 de enero se lesionase Rivas en el derbi las prioridades iban más por un defensa central o un centrocampista que sostuviese el equipo. El barcelonista cumplía el papel a la perfección, pero Lopera nunca lo tuvo en cuenta, al igual que a otros.

José Fuentes, representante de Edmilson, estaba por aquellas fechas en Sevilla y, de hecho, tras reunirse con el Sevilla para hablar de Luis Fabiano, en la tarde del 8 de enero se vio con Lopera para tratar el contrato de Edu, que expira en 2009, a la vez que ayudó a Luiz Vianna en el definitivo traspaso de Jorge Wagner al Sao Paulo. Aunque, curiosamente, el agente brasileño se había reunido esa misma mañana en el estadio con Momparlet. "No me habló nada de Edmilson, ni Lopera tampoco", dijo entonces el agente a este diario, en palabras que no fueron reproducidas entonces.

El director deportivo del Barcelona, Txiki Begiristain, veía aquel día muy difícil su salida: "No sabemos nada del Betis y, además, Toure se va ahora a la Copa de África. Es complicado".

Al día siguiente, en Nervión, Edmilson se lesionaba frente al Sevilla en el minuto 75 y hasta ayer no estuvo en condiciones de reaparecer. Su posible fichaje se archivó definitivamente, aunque acaba contrato en junio y el Betis, si Chaparro siguiese al frente del banquillo, podría volver a la carga si el Barça no le ofrece la renovación y la Juventus, añeja aspiración del jugador, se echa atrás por su edad (31 años) o su mala racha con las lesiones.

Gestiones parecidas, es decir, inexistentes, realizó el club por jugadores como como Kompany, del Hamburgo; Sissoko o Hyppia, del Liverpool; o Mellberg, del Aston Villa, algunos de los cuales podrían haber llegado en calidad de cedidos si no traspasados. Sin embargo, a Chaparro le ofrecieron otros de perfil bajo como Rada, Paulo Jorge, Abraham Paz o el joven inglés Bougherra (Charlton), que fueron desestimados.