La mejor racha de la temporada verdiblanca, con las cuatro victorias seguidas que se consiguieron antes del choque frente al Girona, coincidieron con el peor momento de Emana, quien fue disminuyendo sus apariciones en el equipo con el paso de los partidos e incluso en la última jornada fue cambiado en el descanso. El camerunés aparece ofuscado y su gente más cercana confirma la preocupación que ronda su cabeza, ya que no encuentra su punto de juego. A esto se han sumado las críticas de la afición, algo que le ha molestado en exceso, al entenderlas como una falta de respeto hacia su persona.

Víctor le ha lanzado guiños a Emana desde su llegada, pero en las últimas semanas ha intensificado la relación, con la intención de que éste recupere la confianza en su juego. Tras la sustitución de Emana ante el Girona, la pregunta era si Víctor lo mantendría en el once una semana más y la respuesta no pudo ser más contundente. "Va a jugar seguro, no hay ninguna duda", afirmó con rotundidad el técnico cuando se le cuestionó sobre el rendimiento de Emana. Y es que la estrategia del técnico pasa por recuperar al camerunés, para lo que es necesario fortalecer su estado anímico. Víctor entiende que sacar ahora a Emana del equipo titular le podría provocar un nuevo varapalo en un momento delicado y el técnico no quiere perderlo antes de tiempo. Si el camerunés se ausentará con casi total seguridad de las cinco últimas jornadas por su marcha al Mundial, Víctor quiere intentar recuperar su mejor versión para los próximos encuentros y pretende que el encuentro ante el Villarreal B pueda significar ese punto de inflexión necesario en el rendimiento de Emana.