Unai Emery conoce el paño y no se fía de los sastres. El entrenador vasco sabe perfectamente qué traje le pueden hacer en cuanto empiece a mirarse al espejo más de la cuenta sin atender la cruda realidad del fútbol, que no es otra que el presente. Del pasado no vive casi nadie de este deporte (ni Zidane) y los entrenadores son los primeros que pasan de la cima a la sima en un santiamén. Así que el técnico vasco, que además de conocer cómo respira el entorno del Sevilla sabe qué toro espera en San Mamés, saltó como un resorte en cuanto le insinuaron si su equipo, este Sevilla que colidera la Liga, podría ser campeón.

Unai Emery no pudo reprimir su expresividad cuando la prensa le buscó las cosquillas con un asunto que puede distraer a su plantilla. El técnico no quiere que el envanecimiento condicione su trabajo. Y su habitual gesticulación entró en ebullición cuando se le mentó la bicha. Los comentarios de Caparrós y Djukic elogiando al Sevilla y no descartándolo ni para ganar la Liga fueron la espoleta usada por un periodista: "Pensar que somos aspirantes a ganar la Liga es una utopía que está muy lejos, de momento está muy lejos de la realidad".

Y argumentaba su sentencia así: "Hay dos equipos con los mejores jugadores del mundo y que pierden muy pocos partidos. Estar a ese nivel es difícil. ¿Que estamos a día de hoy? Sí. Pero nos falta enfrentarnos a ellos. La realidad solamente es nuestra, por muchos comentarios que haya. Puede haber muchos elogios que al final no sean del todo verdaderos. Y puede haber muchas críticas que no sean verdaderas. La realidad será la que marquemos nosotros. Y sólo seremos creíbles por lo que hagamos el domingo".

Sin embargo, estos argumentos no bastaron. Un periodista le insistió en el asunto del título. "Que la afición se ilusione, sí, perfecto, pero no me saquéis a mí las palabras". Incluso se le dijo al técnico que si se ponía en el supuesto de que el Sevilla fuera campeón de Liga... Emery no dejó terminar la frase: "¡¿Pero qué supuesto, qué supuesto?! Vamos a una casa de apuestas, que ésos no juegan con supuestos, y preguntamos sobre el campeón de Liga... Vamos a vivir la realidad y la alegría, queremos mantener esa posición. Pero nada de supuestos ni de estadísticas, no tengo tiempo para eso".

Al técnico sevillista no le pesa la responsabilidad de defender el coliderato, aunque sí le molesta el ruido espumoso de una realidad que puede ser muy efímera si el equipo se distrae gustándose como Narciso. "La responsabilidad siempre es la misma. La ilusión o el momento es distinto, la afición está disfrutando con su equipo y eso lo queremos alargar al máximo. Queremos seguir en una bonita clasificación en la jornada diez, y eso es lo que buscamos, sin mirar más allá".

Lo que sí tiene claro Emery y sí reconoció es que el encuentro es una cita de altura: "Será un partidazo para todos los sevillistas, y para los seguidores del Athletic de Bilbao. En San Mamés se respira ambiente de fútbol, la intensidad de los partidos tiene un alto nivel y eso para cualquier futbolista es un reto atractivo".

Para centrar su comparecencia en el presente, Emery puso el foco en el rival: "Aunque su trayectoria esté siendo irregular, muy marcada por la Champions, yo no tengo dudas. Yo me pregunto… ¿qué Athletic veré? ¿El del Nápoles, que hizo un partidazo? ¿Otra versión? Yo espero ver la versión del Nápoles. No tiene bajas, tiene ganas, una semana limpia de partidos… Se dan todos los condicionantes para que aparezca. Y ése es al que espero. Si no lo hago y luego aparece… Y también espero al mejor Sevilla, y esa sí es mi responsabilidad".

El curso pasado, este partido dio mucho que hablar. El Sevilla, en vísperas de la semifinal europea en Mestalla, perdió el tren de la Champions en San Mamés y algunos acusaron a Emery de tirar el partido: "Nunca cometería la irresponsabilidad de tirar un partido, nunca. El año pasado tomamos las decisiones creyendo que era lo mejor para ganar. Pero este año es diferente, los momentos son distintos, hay un día más de descanso, el partido del jueves tiene importancia pero está aún en la liguilla, no es una semifinal, estamos a principios de temporada". Sí usó Emery aquel partido para advertir sobre el actual: "Ese Athletic que nos ganó 3-1 es el que nos vamos a encontrar el domingo; ellos están muy necesitados y van a estar muy motivados. Es el modelo de partido que nos vamos a encontrar, el del Athletic que ganó al Nápoles. Jugarán un partido muy a conciencia. La dificultad va a ser muy grande, en un gran ambiente en San Mamés, con todo su público a favor a las doce del mediodía". Aun así, confía en su Sevilla: "Veo al equipo preparado, y la única manera de ganar es con una preparación exquisita".