Nueva oportunidad la que tenía el Sevilla Atlético para coger un poco de aire y mirar a los puestos de descenso con otra cara pero, de nuevo, el partido se le atragantó al filial franjirrojo que parece tener la suerte en contra en esta temporada.

Sabor un tanto agridulce el que deja este empate cosechado en el Jesús Navas ante un Marbella que fue más eficaz. El Sevilla, por su parte, realizó un buen partido y sólo en el último minuto gracias a Casas y Bryan Gil pudieron conseguir un empate que sabe a poco.

La primera parte fue de dominio local con varias ocasiones sevillistas, sobre todo para Chris Ramos y Casas, quienes formaban la punta de ataque sevillista. Pero no sería el día de ninguno de los dos. Chris lo intentaba primero con un cabezazo que se marchaba alto y un incisivo Antonio Casas, que es una de las sensaciones del año, tampoco conseguía batir la portería de Wilfried que veía como se libraba por poco del gol hispalense.

Al final del primer acto, los pupilos de Luci perdieron un poco el control y dejaron que el Marbella entrase un poco al partido, aunque los visitantes parecían no querer mojarse demasiado las manos y prefería dejar el partido para verlas venir, aunque Dani tendría una clara ocasión al primer toque ante Javi Díaz que no conseguiría acabar en gol.

Tras la reanudación, el partido se tornó en gris, ambos equipos se respetaban más que otra cosa y estuvieron lejos de su mejor versión pero, cuando todo estaba más tranquilo, Chris Ramos pudo abrir el marcador pero un desafortunado resbalón le privó del premio del gol.

Poco después, sería el Marbella el que después de que Cera lo intentase con un disparo que atrapó Wilfried, abriese el marcador por medio de Dani en el 69.

Parecía que la historia se repetía y que el Sevilla iba a ceder, de nuevo, los tres puntos en casa ante un posible rival directo. Pero el orgullo sevillista salió a relucir y con Bryan como cabeza visible, el Sevilla se volcó en ataque y metió a los malagueños atrás.

Los últimos minutos fueron de infarto en el Jesús Navas para los más de 500 aficionados que acudieron a la ciudad deportiva. Casas y Chris Ramos siguieron siendo los más insistintes, pero no encontraban el premio del gol por centímetros.

Pero cuando todo estaba perdido, el joven Bryan se inventó una jugada para marcharse de dos adversarios, tirar una pared con Casas y definir con tranquilidad para hacer un empate que sabe a poco pero, al menos, el Sevilla tiró de orgullo para remontar en el tramo final.