FC Barcelona - cajasol · la crónica

Enlace hacia Valencia (88-70)

  • El Cajasol cae ante un Barça que quería congraciarse con su afición, pero la derrota del CAI permite a los de Aíto concluir séptimos.

Aun en la derrota, es imposible reprochar nada a este Cajasol, que acabó la Liga ACB en el séptimo puesto y se citó en los cuartos de final por el título con el Valencia Básket, campeón de la Eurocup. Poco había en juego ayer en el Palau Blaugrana más que la honra de unos, que no se podían permitir error alguno tras ser vapuleados por el Madrid en la Final Four de la Euroliga, y otros, que querían culminar una campaña para enmarcar porque no dependían de sí mismos para ser sextos. Así, en un partido sin ritmo ni tensión, la calidad y el banquillo azulgrana resolvieron sin excesivos problemas. 

Quizá fue eso lo único criticable al conjunto de Aíto García Reneses, que parecía en la pista jugar con una marcha menos, sin el ritmo habitual ni la ambición que lo ha llevado hasta el play off. El Barça dominó el choque desde el inicio y cuando quería abría brecha con algún acelerón de esos que marcan el territorio. Abrines se erigió en líder para, desde el perímetro, poner las cosas en su sitio y, de aluna manera, reconciliarse con una afición que desde la grada dejó claro a los suyos que la afrenta sufrida en Milán ante el eterno rival no se olvida venciendo a un grupo de jóvenes entusiastas. 

Puede que por eso no diera concesiones el conjunto de Xavi Pascual, que en un par de minutos pasó del 8-10, con una canasta de Balvin con un gran movimiento ante Tomic (la única vez que los hispalenses estuvieron por delante), a un 16-10 marcado al ritmo que imponía Abrines. El balear tomó las riendas de su equipo y a esas alturas ya sumaba 10 puntos. Porzingis exhibió su buen tiro exterior y redujo distancias desde la línea de 6,75 metros, pero otro acelerón local (8-2) bastó para poner tierra de por medio al final del primer cuarto. 

Algo fallaba en el cuadro sevillano, que se cansó de errar canastas bajo el aro y penetraciones cómodas, fruto, seguramente, de la relajación. Pero tampoco funcionaba el perímetro, ya fuese por omisión (1/1 en la estadística hasta el minuto 15) o por falta de acierto. No obstante, tampoco es éste el mejor Barcelona de la historia y sin un jugador que tire del carro las diferencias no son tantas. Así, con Balvin imponiéndose bajo los aros, un 0-9 para los andaluces volvió a equilibrar el marcador (32-30), pero el día tenía un nombre fijado ya como protagonista, y Abrines se encargó de desatascar a los suyos para llegar al vestuario con algo de desahogo. 

Satoransky, que curiosamente esta semana ha sonado en Barcelona como posible fichaje para el próximo año, redujo un poco más las distancias y Porzingis (41-37) dejó a los suyos a cuatro puntos, pero hasta ahí llegó e Cajasol. El Barça entendió que debía defender para espantar los fantasmas de un tropiezo que tendría más efectos en lo psicológico que en lo deportivo, y se acabaron las opciones cajistas. Cuatro ataques consecutivos sin mirar el aro contrario propiciaron un 10-0 definitivo y se acabó el encuentro. 

Satoransky no aparecía, Bamforth tenía el brazo agarrotado y Landry, como la semana pasada, no era el líder de otros días. Porzingis y Balvin trataron de asumir los galones, pero el problema era imposible de resolver porque estaba más en la cabeza que en las piernas. Atrás, el Cajasol apenas se esforzaba para defender y desde el perímetro Abrines aprovechaba el día tonto para disparar sus estadísticas personales y dejar la ventaja cercana a la veintena de puntos. Se acabó el choque muy pronto, casi en el minuto 25, y a partir de entonces, la atención se centraba en Murcia, donde el UCAM tenía las llaves delplay off. Un triunfo local ante el CAI mandaba al Cajasol a Valencia y una derrota, a Madrid. Y los de Marcelo Nicola mandaron a los de Aíto a jugar a tierras levantinas ante un rival, el Valencia Básket, que ha mostrado un altísimo nivel toda la temporada. 

El equipo hispalense acabó claudicando en un choque extraño en el que no fue reconocible en el Palau. Muy mal en el tiro exterior, se dejó ir pensando que esta guerra no era la suya y los pesos pesados de la plantilla parecieron reservas fuerzas. Con todo decidido sobró el último cuarto, que se convirtió en un intercambio de golpes para maquillar el marcador cara al espectador. 

Tras el respiro que ha significado la jornada 34 de la ACB, en la que había poco en juego, viene lo bueno de verdad. Una batalla al mejor de tres asaltos en la que, seguro, se verá otro Cajasol distinto al que se plantó ayer en la Ciudad Condal. El de siempre, en definitiva, el peleón y aguerrido que ha acabado séptimo en la Liga. La Fonteta lo espera con recelo.

Ficha técnica:

88. FC Barcelona (24+17+27+20): Huertas (2), Tomic (1), Nachbar (7), Abrines (29), Oleson (2) -equipo inicial-, Dorsey (9), Sada (-), Navarro (7), Hezonja (-), Lorbek (10), Lampe (12) y Pullen (9).

70. Cajasol (15+18+18+19): Landry (4), Mata (7), Balvin (11), Satoransky (12), Bamforth (5) -equipo inicial-, Radicevic (3), Porzingis (14), Burjanadze (1), Franch (4), Hernángomez (9), Sastre (-) y Urtasun (-).

Arbitros: Daniel Hierrezuelo, Lluís Guirao y Martínez Fernández. Sin eliminados.

Incidencias: partido correspondiente a la trigésimo cuarta jornada de la ACB, disputado en el Palau Blaugrana ante 3.934 espectadores. Los jugadores de ambos equipos se fotografiaron antes del partido en favor de la ayuda para las zonas más necesitadas de Croacia, Serbia y Bosnia tras las recientes inundaciones. Además, Xavi Pascual entregó una camiseta a Aíto García Reneses por sus mil partidos en la ACB.

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