España - Alemania | La previa

España, contra Alemania y contra el silencio de La Cartuja

  • La selección tendrá que manejar la extraña sensación de jugar en un coliseo para 60.000 personas vacío si quiere derrotar a un equipazo como el de Löw

  • La mejoría ofensiva con Morata y Gerard Moreno en Suiza puede llevarlos al once hoy

La selección española, en el entrenamiento de ayer en La Cartuja.

La selección española, en el entrenamiento de ayer en La Cartuja. / Julio Muñoz ( Efe)

Lejos quedan aquellos partidos que teñían Sevilla de rojigualda desde por la mañana y que solían acabar en fiesta grande de la selección española. El 12-1 a Malta del 83, el 1-0 ante Dinamarca diez años después, aguantando con uno menos por la expulsión del portero Cañizares una victoria que daba el billete para el Mundial de Estados Unidos... y muchos otros capítulos para el recuerdo. Quedan lejos en la memoria, y más aún que se distancian con la extraña sensación que invade al aficionado español ante el partidazo que se anuncia para esta noche en el Estadio de La Cartuja.

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A un lado, una campeona del mundo como España. Al otro, otra con nada menos que cuatro estrellas doradas en el pecho, la colosal Alemania. La Mannschaft fue a veces más temible que otras. Y la de hoy lo es, trufada de jugadores del mejor equipo del momento, el Bayern Múnich. Neuer, Goretzka, Sané, Gnabry... Casi nada. Más Timo Werner, Gundogan, Kroos... Un señor equipo que, además, no va a llegar a disfrutar del clima templado que aún reina en Sevilla.

La derrota en Ucrania y el empate en Suiza del pasado sábado, dos penaltis fallados mediante, obliga a España a derrotar a los alemanes. Y aunque seguramente los germanos no van a especular con el resultado y serán fieles a su estilo abierto, esa necesidad de vencer va a inyectar una presión en los españoles con la que no contaban antes de viajar a Ucrania y Suiza.

Serán dos equipos que van a buscar la pelota, la iniciativa, el dominio. Un hermoso y cerrado pulso en el que un graderío candente, como siempre ha sido el sevillano con su selección nacional, seguro que hubiera tenido mucho que decir. Pero en este tiempo de pandemia resuenan los ecos de los pelotazos, de las voces de entrenadores y jugadores. La desoladora banda sonora exige una mentalización especial a la que algunos no llegan. Y hoy, será clave que los españoles hallen por sí mismos ese plus que echarán en falta desde un enorme coliseo de 60.000 asientos vacíos.

Luis Enrique enfatiza que están en el camino correcto, que sólo falta afinar arriba y que han merecido mejores resultados últimamente. Pero lo cierto es que ese ensayo sin nueve puro ante los helvéticos, con un mediapunta como Dani Olmo negándole las referencias a los centrales al ser el hombre más adelantado, no funcionó como el preparador asturiano tenía previsto. En la segunda parte, cuando saltaron a la yerba de Basilea Morata y Gerard Moreno, el juego de España se afinó y si no hubo remontada, fue por mala suerte... y el desatino de Sergio Ramos desde los once metros.

Visto el pleito en Suiza, es probable que hoy sí salten los hispanos con delanteros-delanteros. Y también levanta el dedo y se postula como titular alguien que le ha cogido el aire a Sevilla a las mil maravillas, Sergio Canales. El bético prolonga de rojo su torrencial fútbol en verde y blanco y encima tendrá una motivación especial. El peso específico en la zona ancha se antoja más decisivo que nunca, visto el nivelazo de los oponentes, y ahí, ausente Sergio Busquets, Luis Enrique goza de las mejores variantes: Koke, de nuevo en gran momento de forma, un medio centro de la presencia de Rodri, otros dos con un enorme despliegue y llegada, como son Fabián Ruiz y Mikel Merino.

Ahí, donde se cuecen los partidos, se hace fuerte España. Y más le vale que lo demuestre esta noche en un ejercicio que pide un plus de energía: el que no emanará esta vez de la grada sevillana.

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