Deportes

Estilo y madurez en frasco pequeño

  • Elena Ureña Calderón. Medalla de oro en paralelas asimétricas en el Campeonato de España

La gimnasia, en todas sus modalidades, se caracteriza por ser una disciplina en la que se exige mucho esfuerzo y dedicación por parte de quien la practica. Largas horas de entrenamiento, dura preparación y exigencia de resultados son sólo algunos de los requisitos que lleva implícito un deporte como éste. Situaciones que deben ser asumidas y aceptadas por aquellas personas que deseen hacer de esta práctica su modo de vida o, quizás, tan sólo convertirla en un pasatiempo más.

Sin embargo, todo esto no asusta en absoluto a Elena Ureña Calderón, de 11 años, que vive inmersa en este mundo desde 2007, cuando su madre, una apasionada de esta práctica, la llevó para que empezara a tomar clases de gimnasia artística con algunas de sus amigas. Para Elena, todo lo que conlleva este deporte no es para nada un sacrificio, sino más bien todo lo contrario, pues se lo toma como una actividad que le permite reunirse con el resto de sus compañeras y amigas para practicar un deporte que le apasiona y, además, le divierte.

Elena Ureña, residente en la zona de Los Bermejales, pertenece al Club Gimnástico Sur de Sevilla y recientemente, en el Campeonato de España de Gimnasia Artística Femenina celebrado en el pabellón Siglo XXI de Zaragoza, durante los días 9 al 12 de julio, obtuvo diferentes medallas en distintos aparatos. Prueba de ello es que la hispalense desfiló por los tres puestos que conforman el podio, ya que se colgó la medalla de bronce en salto, la medalla de plata en suelo y, sobre todo, la medalla de oro en las paralelas asimétricas.

Este éxito le llega tras un difícil año en el que ha superado varias lesiones de gravedad, a pesar de su corta edad. Sin embargo, después de una dura recuperación, ha sido capaz de alcanzar el mayor premio al que podía aspirar, que son esas tres medallas en los Nacionales que ponen de manifiesto que todo su esfuerzo ha merecido la pena.

Son precisamente las lesiones las culpables de que Elena continúe en la categoría base, nivel 4, y no en la vía olímpica como le correspondería por su edad, pero este año, si todo sigue igual de bien que hasta ahora, podrá por fin formar parte de ese rango que es el que realmente le corresponde, el de toda una gran campeona como ella.

Desde pequeña -sí aún más- comenzó a interesarse por la gimnasia, pues, como a muchos niños de su edad, le llamaba la atención el hecho de hacer volteretas, practicar con aros, pelotas y un sinfín más de ejercicios que forman parte de esta modalidad y que son sinónimo de diversión. Con el tiempo, Elena comenzó a tomarse muy en serio sus entrenamientos y competiciones. Esta hispalense se prepara durante 20 horas a la semana, tiempo que reparte, de lunes a sábados, en el Centro Arturo Toscano de la Federación Andaluza de Gimnasia, donde asisten las niñas que comienzan a adquirir un cierto nivel deportivo. Y lo hace de forma ordenada y sensata, pues tanto familiares como entrenadores coinciden en asegurar que, para su temprana edad, presenta una madurez impropia. Algo muy frecuente en las deportistas que están dentro de estos circuitos.

A la hora de competir, Elena le presta la misma dedicación que en los entrenamientos, ya que para ella todo es importante e influyente en los resultados finales. Por eso, cuando sale a la pista no hace más que reflejar todo ese trabajo bien hecho y es capaz de dejar atónito a todo aquél que la disfrute, pues a pesar de su frágil apariencia transmite en todos y cada uno de sus ejercicios una elegancia y estilo como si de una profesional consagrada en la materia se tratase.

A partir de ahora, tan sólo queda esperar a ver cuál es la siguiente hazaña con la que sorprende esta joven sevillana, pero seguro será muy pronto, ya que sus cualidades y ganas le auguran un próspero futuro dentro del difícil mundo de la gimnasia.

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