El adiós de Martí va a producir un pequeño ajuste dentro de la concepción de la plantilla que no afecta, de momento, al mercado ni al número de jugadores. El hecho de que se haya producido una vacante en la zona del medio centro va a motivar que los técnicos empiecen a contar en serio con Fazio como un pivote más que como central. El argentino, a la espera de que regrese Keita de la Copa de África, va a pasar a ser el cuarto pivote junto a Poulsen, Renato y Maresca y la quinta opción a la vuelta del malí.

Jiménez, a fuerza de errores que han costado goles, también ha advertido que Fazio tiene bastantes problemas como central por su falta de movilidad en situaciones que requieren velocidad de reacción. Además, es un hombre que tiene buen criterio en la salida del balón y que en el filial ha dado su mejor rendimiento en ese puesto, en el que un error o una pérdida no es tan grave como de último hombre.

El Sevilla, mientras, se decidirá a buscar en el mercado a un futbolista que refuerce la línea de retaguardia -ha salido Hinkel, Fazio se ve más como un perfil más adelantado y a Boulahrouz no se le espera- aunque no necesariamente deba ser un lateral zurdo. La solución puede ser un hombre que se adapte a varias posiciones y, como siempre en el caso del Sevilla en enero, será de un perfil bajo, es decir, económico y joven. Eso sí, si no sale Chevantón, deberá ser comunitario. Por todo ello, no hay prisas.